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Autoridades y tenderos lo ignoran todo sobre el impuesto de actividades, que regirá en 1992

Juan Carlos Sanz

La Cámara de Comercio de Madrid y la mayoría de las organizaciones gremiales -apoyadas por el PP desde el Ayuntamiento- han reclamado una moratoria de un año en la aplicación del impuesto de actividades económicas (IAE), que entrará en vigor el 1 de enero y cuyas consecuencias desconocen. Los comerciantes y profesionales observan con recelo la nueva figura impositiva, que sustituye, entre otros tributos, a la licencia fiscal y al impuesto de radicación; y temen que los recibos multipliquen por cuatro su importe actual.

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Para levantar su persiana cada mañana, cualquier tendero necesita estar al día con estos tributos. "Qué le vamos a hacer. Si sube mucho el impuesto, liquidamos y cerramos, el negocio ya no da para muchos impuestos". Con esta resignación se expresa el propietario de la Librería Central, situada en la plaza de Matute. Uno de los muchos comercios tradicionales -letreros en cristal, estantes de marquetería- que salpican el distrito de Centro.En nombre del librero y del resto de contribuyentes, la Cámara de Comercio e Industria de Madrid remitió una carta al ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, para pedir el aplazamiento por un año de "un tributo de oneroso impacto económico".

"Aunque pudiera parecer una simplificación y reducción de las antiguas tarifas de la licencia fiscal, junto con una refundición con el impuesto de radicación", argumenta la cámara, "se produce inseguridad jurídica y económica, al desconocerse la cuantía final del impuesto".

Recargos municipales

La desinfórmación es la principal queja de los comerciantes. Nadie sabe cuánto va a tener que pagar a las arcas municipales en 1992. Los ayuntamientos pueden multiplicar hasta por dos las cuotas mínimas -fijadas por Hacienda-, así como fijar índices que -según la importancia comercial de las calles- pueden volver a doblar la cuota. Además, las diputaciones y las comunidades autónomas uniprovinciales, como la de Madrid, están facultadas para aplicar otro recargo: hasta el 40%.El propietario del café Plaza, ubicado en la recién reformada plaza de Santa Ana, se suma sin dudarlo al frente de rechazo contra el impuesto. "¿Que si recurriré? Pues claro. No me cabe la menor duda de que si ahora pago 50.000, tendré pagar 100.000 el próximo año", afirma este hostelero, que ya ha puesto en manos de su asociación gremial toda la documentación de su negocio.

Julio Palacios, gerente de la Federación de Cafés, Bares y Tabernas de la Comunidad de Madrid, que cuenta con unos 4.000 afiliados, asegura que la falta de información sobre el nuevo impuesto afecta hasta a la propia Administración. "En la Delegación de Hacienda de Madrid están in albis. No saben ni qué epígrafe fiscal les corresponde a los cientos de bares que sirven comidas en Madrid. ¿Son restaurantes? ¿Son tabernas? Nadie lo sabe", alega Palacios, antes de señalar que su organización se suma a la petición de la Cámara de Comercio. "Por cierto", agrega el portavoz de los hosteleros, "si sube la presión fiscal, también subirán los precios de las consumiciones".

El Ayuntamiento de Madrid desconoce por completo cuánto va a recaudar por el IAE, incluso cuántos contribuyentes van a tener que pagarlo. El pleno, donde, son mayoría los concejales del Partido Popular, aprobó hace un mes, con la oposición de Izquierda Unida y del Grupo Socialista, una moción "para instar al Gobierno a suspender la entrada en vigor" del nuevo impuesto. "Confío en que la voz del Ayuntamiento más importante de España se oiga en la calle de Alcalá [sede del Ministerio de Economía y Hacienda]", afirmó el alcalde, José María Álvarez del Manzano.

El concejal de Hacienda, Fernando López Amor, ha reconocido que la gestión del nuevo tributo va a crear problemas en su departamento. "Siendo optimistas, sólo pagará un 40% [de los contribuyentes], por lo que vamos a dejar de ingresar 12.000 millones de pesetas", aventuró el concejal de Hacienda. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid ha fijado un coeficiente del 1,9 sobre las cuotas mínimas, casi el máximo autorizado.

Recogida de firmas

El PP, que ha instalado mesas en las calles de Madrid para recoger firmas de los vecinos contra el IAE, ha solicitado al Gobierno que, si no se aplaza la aplicacación del IAE, al menos se compense a las arcas municipales por la falta de recaudación.El secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, no ha dudado en achacar al Ayuntamiento de Madrid que sólo un 67%, de los profesionales y comerciantes se hayan inscrito en el censo del impuesto. Según declaró Zabalza a la cadena SER, el porcentaje de inscripción en el censo ha estado por debajo de la media nacional.

La propietaria de la joyería de diseño Adama, situada en la lujosa Galería del Prado, en los bajos del hotel Palace, tampoco sabe cuánto va a tener que pagar por el IAE el año que viene. "Reconozco que recibí con temor la notificación que, me envió el Ayuntamiento", explica la joyera, que también ha acudido a su asociación gremial para informarse sobre las repercusiones del impuesto.

Giovanna Tagliavia, directora de la Asociación Nacional de Joyeros, que cuenta con 850 afiliados en Madrid, destaca que este gremio ha disputado una batalla con Hacienda para no tener que pagar dos veces si querían vender artículos de regalo. Aun así, estima que "Ia presión fiscal se va a multiplicar por cuatro". "Nosotros no hemos hecho campaña contra el alta en el censo del impuesto, pero tampoco hemos animado a nuestros asociados a inscribirse", revela la directora de la asociación.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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