Los errores y la niebla retrasan el regreso de los 12 presos de Tailandia

El regreso de los 12 españoles presos en Tailandia se ha convertido en una odisea aérea y diplomática. La vuelta a Madrid del avión militar encargado de trasladarlos -viaje que el Gobierno aprovechó para deportar a 55 indios y pakistaníes- se ha retrasado hasta el domingo. Pakistán impidió el aterrizaje en Karachi porque España no había informado del carácter militar del Boeing 707. La niebla en Nueva Delhi &dia), segunda escala prevista, obligó a tomar tierra en Bombay. Al cierre de esta edición no estaba confirmada la llegada del avión a Bangkok, donde el embajador español negociaba flexibilidad en el plazo dado para la repatriación de los presos.

"Estoy al borde de un ataque de nervios", confesaba el embajador de España en Tailandia, Tomás Chávarri. A las once de la mañana de ayer -hora española- la situación tenía algo del enredo habitual en las películas de Almodóvar. El diplomático ya se había hecho cargo de los 12 presos españoles que cumplirán la condena en su país de origen, pero el avión militar que los debía trasladar antes de 24 horas -plazo fijado por las autoridades locales- todavía no había llegado.El viaje del Boeing 707 del Ejército del Aire, que despegó de Madrid a las diez de la mañana del pasado jueves con 55 deportados asiáticos y 23 policías a bordo, se complicaba por momentos. Las 18 horas inicialmente previstas para el vuelo Madrid-Bangkok -con dos escalas- casi se duplicaron.

El primer problema surgió en Pakistán. Las autoridades de aquel país no permitieron el aterrizaje en Karachi para dejar a una veintena de ciudadanos paquistaníes, deportados por inclumplir la ley de extranjería española.

Peripecias,

La negativa pakistaní se debió a que el avión iba identificado sólo como aeronave dedicada al transporte de autoridades -V.I.P.-. Las autoridades españolas no habían informado de que era, al mismo tiempo, un avión militar. Así lo explicó el embajador Chávarri. El representante en India, Santiago Salas, corroboró esta versión.

A la vista de los acontecimientos, el Boeing se dirigió a la capital india, Nueva Delhi, segunda escala prevista. Pero el aeropuerto de esta ciudad se encontraba cerrado por la niebla. El avión fue desviado entonces a Bombay, a más de 1.000 kilómetros de distancia. "Allí las autoridades no quisieron hacerse cargo de los deportados indios porque la entrega debía haberse hecho en Nueva Delhi. Ha habido mala suerte", explicó el embajador Salas.

Desde Bombay, el avión militar volvió a Nueva Delhi para desembarcar a unos 30 deportados indios. Allí se encontraba a mediodía de ayer -hora española-, según fuentes diplomáticas. Sin embargo, según Efe, la aeronave volvió nuevamente a Karachi, una vez solucionados los problemas.

Mientras tanto, el embajador en Tailandia pedía a las autoridades que permitieran el aterrizaje del avión con los deportados pakistaníes. También pedía flexibilidad en el plazo de 24 horas para la repatriación de los presos, que permanecían en la Dirección de Emigración.

"Están bastante descontentos porque tendrán que pasar la noche sentados. Se sienten felices de volver a España, aunque seguirán en la cárcel", afirmó Chávarri, que esperaba que el avión despegara hacia Madrid hoy a primera hora.