Barenboim dice que volverá a Israel cuando pueda dirigir musica de Wagner
El director de orquesta Daniel Barenboim abandonó Israel ayer por la tarde sin haber podido dirigir el concierto de Wagner ante el público habitual de la Orquesta Filarmónica de Israel. La música del compositor alemán sonó, no obstante, ayer a las 14 horas, en la sala de la Filarmónica en Tel Aviv; pero fue simplemente un ensayo más, el último, después de 15 días de ejercicios, dirigidos por Barenboim, para un concierto que no pudo celebrarse.Una decena de músicos de la orquesta pidió no participar en los ensayos de Wagner. Los otros miembros de la Filarmónica invitaron ayer a familiares y amigos a asistir al último ensayo, que fue así abierto al público. Ante la entrada del Auditorio Mann, sede de la Filarmónica, un solo manifestante paseaba con una pancarta en la que se podía leer: "Sentimos vergüenza de tí, Barenboim".
Antes de tomar el avión, Daniel Barenboim declaró: "Volveré a Israel cuando pueda dirigir un concierto de Wagner públicamente, normalmente, delante, de la audiencia habitual de la Orquesta Filarmónica de Israel". Ello no ocurrirá pronto.
El referéndum organizado entre los 30.000 abonados de la orqusta sobre la cuestión ¿Es necesario o no interpretar a Wagner? tomará tiempo. La dirección de la orquesta se ha compremetido a que, si el 20% de los abonados vota en contra del perdón a Wagner, renunciará a la música del gran compositor alemán para "no herir los sentimientos del público judío".
Violentas protestas
La decisión de la Filarmónica de Israel de levantar la prohibición que pesa sobre Wagner desde hace 53 años provocó una ola de violentas protestas en Israel, encabezadas por el ex primer ministro Menahem Begin.Begin declaró: "No es necesario interpretar a Wagner en Israel. El amor por la música no justifica todo. Mucha sangre judía ha sido vertida por quienes en Alemania fueron discípulos celosos del antisemitismo de Richard Wagner.
Ante las presiones, la Filarmónica de Israel, que había previsto celebrar ayer un concierto de Wagner en Tel Aviv, decidió anularlo y convocar un referéndum entre los abonados de la Filarmónica.
Los miembros de la orquesta habían votado el perdón a Wagner: 39 de sus integrantes se pronunciaron a favor, 12 en contra y nueve se abstuvieron. Entre otras piezas de Wagner, proyectaban interpretar Tristán e Isolda.
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