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Cinco grupos de trabajo abordarán la reforma política y constitucional en Suráfrica

La Convención para la Democratización de Suráfrica (Codesa) empezó ayer a dar pasos concretos para lograr el advenimiento de la nueva Suráfrica al acordar la formación de cinco grupos de trabajo que aborden desde la reforma constitucional para dar entidad política a los negros hasta la agenda para el cumplimiento de las decisiones adoptadas en la reunión de Johanesburgo. El presidente surafricano, Frederik de Klerk, descartó ayer la posibilidad de crear una cuarta Cámara separada para negros en un nuevo Parlamento.

La creación de estos grupos es la continuación lógica del espectacular anuncio realizado la víspera por De Klerk de que su Gobierno está dispuesto a aceptar la formación de un Ejecutivo provisional con participación de blancos y negros. De Klerk propuso que ese Gobierno fuera respresentativo de todos los surafricanos para que su decisiva participación en la elaboración de una nueva Constitución tenga sentido. El presidente mantiene que los cambios se han de producir de forma constitucional, a través de un Parlamento y después de un referéndum.El mayor peligro para todo el plan estriba en que una mayoría del electorado de De Klerk pudiera alinearse con el Partido Conservador y votar contra la futura Constitución. Stoffel van de Merwe, secretario general del Partido Nacional, en el poder desde 1948, dice que "el Gobierno no tiene alternativa" a la celebración del referéndum. "Fuimos elegidos hace dos años con la promesa de que consultaríamos a los electores sobre la nueva Constitución".

Los cinco grupos creados ayer han de abordar cuestiones relativas a la libre participación política en Suráfrica; la elaboración de una nueva Constitución; los preparativos para el periodo de transición; el futuro de los homelands negros, y la agenda para el cumplimiento de lo acordado en la Codesa.

De klerk y Nelson Mandela, el presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), abrieron la sesión de ayer con un cálido apretón de manos después del cargado intercambio de palabras, el más intenso mantenido en público en los dos últimos años, que mantuvieron a última hora del viernes a propósito de la petición de De Klerk de que el ASNC renuncie a la lucha armada. "Es un incidente ya pasado", dijo ayer Mandela.

El temor de que el enfrentamiento con que se cerró la primera jornada de la Codesa pudiera afectar a las discusiones de la jornada final quedó disipado cuando ambos políticos se saludaron y departieron en tono distendido. Chris Hani, líder del Partido Comunista, afiliado al ANC, y cabeza del brazo armado del ANC, comentaba que las duras palabras que se cruzaron Mandela y De Klerk no tenían por qué afectar a la conferencia. "Codesa es un lugar para eliminar nuestras diferencias", dice Hani. "De vez en cuando tiene que haber chispazos".

El neonazi Movimiento de Resistencia Afrikaner (AWB) ha manifestado que "cualquier intento de la Codesa de hacer cumplir los resultados de sus legítimas discusiones será considerado por el AWB como un acto de guerra y tratado como tal".

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