Ifema pide otro acceso para evitar el caos del tráfico en los certámenes

Los primeros certámenes organizados por la Institución Ferial de Madrid (Ifema) en los nuevos recintos, que se han desarrollado desde el pasado mes de abril, se han visto salpicados por los continuos atascos en los accesos al ferial. Para poner coto a los previsibles colapsos que se sucederán durante la celebración de la feria Juvenalia, que recibirá unos 450.000 visitantes en 10 días, Ifema ha encargado un estudio de tráfico en el que se propone la apertura de un nuevo acceso desde la calle de Ramón y Cajal.El Ayuntamiento y la Cámara de Comercio consideran que el Ministerio de Obras Públicas no ha señalizado convenientemente los accesos a los feriales. En la actualidad sólo existen dos carteles sobre la localización de la feria en la carretera de Barcelona (N-II), a sólo un ilómetro del ferial, y otro en la M-40.

En la autovía de circunvalación sólo está indicado el acceso desde la avenida del 25 de Septiembre, mientras que no existe ningún cartel en la calle de Costa Rica, que también permite acceder a los feriales. De esta forma, los conductores se atascan en la primera entrada, mientras ignoran la vía para llegar a la feria dos kilómetros más al norte. A la espera de que Obras Públicas coloque buevos indicadores, Ifema ha distribuido por las principales vías de acceso algunos carteles piratas, que no están homologados por el ministerio.

Por otro lado, Ifema valló todo el recinto del ferial sin autorización municipal. Los visitantes no saben que el acceso a los aparcamientos es público y dejan sus vehículos en las cunetas, agravando el atasco. El Ayuntamiento ha pedido al ferial que rebaje la tarifa única del estacionamiento, que es de 500 pesetas.

Finalmente, Ifema solicita que se cree una comunicación ferroviaria con los recintos feriales, aprovechando el paso de las vías que enlazan con la estación de Chamartín.

Autógrafo real

Don Juan Carlos declaró inaugurados los nuevos recintos feriales, firmó en el libro de oro de la feria, descubrió una lápida conmemorativa y se marchó a recorrer la feria de la infancia y la juventud, Juvenalia, que ayer abrió sus puertas. Tras las agrias intervenciones de los políticos madrileños, don Juan Carlos, que permaneció ajeno a la polémica, fue aclamado por centenares de niños que disfrutaban, con un día de adelanto, de las vacaciones navideñas.

En medio del tumulto, un muchacho entregó un papel al Rey para que le firmase un autógrafo. Sin embargo, el Monarca pensó que se trataba de una carta y se guardo la cuartilla en el bolsillo. Ante las vivas protestas del niño, el Rey enmendó el entuerto y firmó con una sonrisa.