La OTAN reconocerá a las repúblicas soviéticas si ofrecen garantías de seguridad nuclear

FÉLIX MONTEIRA El reconocimiento de las nuevas repúblicas de la URSS estará condicionado a los criterios políticos de la "doctrina común" acuñada el lunes por la CE y a "cinco consideraciones de seguridad" planteadas ayer por el secretario de Estado norteamericano, James Baker, en el Consejo Atlántico de la OTAN. Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán tendrán que suscribir el Tratado de No Proliferación Nuclear "como Estados no nucleares", según EE UU.

El Consejo Atlántico, reunido ayer como anticipo del primer consejo de cooperación con los antiguos enemigos del Este, aprobó utilizar los medios de transporte de la OTAN para el envío de ayuda urgente humanitaria a la URSS. El ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, le comunicó a Baker que necesitan tener alimentos almacenados antes de febrero "cuando la situación será crítica". Genscher comentó que la ayuda debe ser decidida "en la Conferencia de Washington del 9 y 10 de enero próximos y que en la gran operación deben participar también los países del Golfo, que tienen mucho dinero"."España prestará la ayuda que le corresponda", afirmó Francisco Fernández Ordóñez, quien ayer reanudó su intensa actividad internacional después de seis semanas de reclusión por enfermedad. El ministro explicó que Baker le había comentado que la reciente gira a cinco repúblicas soviéticas "era el viaje de más importancia histórica de su carrera".

El futuro de los acuerdos de desarme y "los problemas suplementarios que plantea la disolución de la URSS" centró el debate entre los ministros aliados, explicó Manfred Wörner, secretario general de la OTAN. Baker .confirmó que el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, le había dado garantías de que la Comunidad de Estados Independientes (CEI) firmaría un tratado de alianza defensiva con una sola autoridad sobre las armas nucleares, aéreas, navales y terrestres.

Aún así, el comunicado final del Consejo Atlántico pide "un control seguro, fiable y responsable" de las armas nucleares y "medidas enérgicas de la URSS y las repúblicas para impedir la exportación no autorizada de materiales y tecnologías, nucleares u otras, desestabilizadoras". La declaración final no refleja otras condiciones sobre las que hubo consenso para "establecer una doctrina de reconocimiento caso por caso", en palabras de Fernandez Ordóñez, porque el establecimiento de relaciones diplomáticas es responsabilidad de cada aliado y no de la OTAN.

Noruega, por ejemplo, ya ha reconocido oficialmente a Rusia.

Baker, sin objeciones contrarias, propuso cinco "consideraciones de seguridad" a ser aplicadas por todos:

1. Una sola autoridad en lo que era la URSS para el control de las armas nucleares.

2. Participación de las repúblicas en la seguridad y destrucción acelerada de las armas nucleares.

3. Asegurar el control estricto de la exportación de armamento y prevenir la no proliferación de armas de destrucción masiva.

4. Adhesión plena a los tratados START (reducción de armas estratégicas) y CFE (recorte de tropas y armas convencionales).

5. Ucrania, Kazajstán y Bielorrusia deben suscribir, además, el Tratado de no Proliferación nuclear "como Estados no nucleares" y aceptar la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica.