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El proceso de paz de Oriente Próximo se encuentra al borde de la parálisis

El proceso de paz en Oriente Próximo cayó ayer en un aparente punto muerto. La negativa israelí a negociar por separado con los palestinos, la intransigencia del Gobierno de Isaac Shamir a revisar su interpretación de resoluciones de las Naciones Unidas que abogan en favor de la fórmula "territorios a cambio de paz" y su apresuramiento por concluir la segunda fase del proceso de paz con meros acuerdos de procedimiento y no de fondo, pusieron anoche al borde de la parálisis al histórico proceso iniciado en Madrid.

Por quinto día consecutivo, delegados israelíes y palestinos se encontraron ayer en los pasillos del Departamento de Estado sin entrar a una sala separada. A pesar de las optimistas declaraciones efectuadas por la mañana y de los discretos esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, el golfo. que separa a los principales protagonistas del conflicto árabe-israelí mantenía su dimensión invariable. La conclusión que se sacaba anoche en Washington es que lo único que se ha logrado aquí es que árabes e israelíes no se insulten en público.A todos los efectos, hoy se perfila como la jornada clave del mas ambicioso proyecto político norteamericano en Oriente Próximo. Salvo un improbable giro en la conducta israelí, el proceso de paz entrará en las próximas horas en una interrupción de semanas.

Estados Unidos, copatrocinador de la Conferencia de Paz inaugurada en Madrid en Octubre, no dio señales de que proyecte intervenir directamente para evitar que el engorroso problema de procedimiento se convierta en un asunto embarazoso para el gobierno de George Bush.

El final del camino

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"El principal problema es que Israel sigue negándose a reconocemos como una delegación independiente", declaró a EL PAÍS Jaider Abdul-Shafi, el septuagenuario pediatra de Gaza que preside la delegación palestina. "No hemos dado ningún ultimátum. Tampoco hemos pedido formalmente la intervención de los Estados Unidos, pero no es difícil apreciar a este paso vamos hacia el final del camino", agregó.

Fortalecidos por el triunfo diplomático en las Naciones Unidas el lunes, los israelíes mantenían públicamente su posición inflexible. La intransigencia israelí y la proximidad de las fiestas navideñas eran considerados anoche como los factores que podrían desatar una retirada general de Washington. Los palestinos saben que Washington, que impulsó con vehemencia el lanzamiento del proceso de Madrid, ahora tiene otras prioridades.

El secretario de estado James Baker, padrino del proceso de Madrid, está actualmente en gira por los restos de la Unión Soviética.

El gobierno de George Bush esperó en vano que la campaña norteamericana que culminó con la anulación de la resolución 3.379 de las Naciones Unidas, que desde 1975 declaraba el sionismo como una forma de racismo, premiara las gestiones de Washington en Oriente Próximo.

Eli Rubenstein, jefe de la delegación israelí, confirmó que su gobierno ha accedido a mantener su equipo un día mas en Washington. Pero en el campo árabe reinaba el escepticismo. Israel se niega a hablar con los palestinos con el mismo tesón con el que rechaza aceptar las resoluciones 242 y 338 tal cual las apoya la comunidad internacional.

Para recordar que a pesar de los contactos de Washington no significan necesariamente una distensión, el estado judío despachó cazabombarderos contra posiciones palestinas en el sur del Líbano, en una operación que se transformó en el vigésimo ataque aéreo en ese país a lo largo de este año.

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