Oreja a Niño de la Capea

R. V. VILLALOBOS Una oreja a Niño de la Capea, por pundonor y, otra a Armillita Chico, por su ortodoxia, fueron los premios a sus faenas en los toros de obsequio, lidiados en tarde fría y con viento. El ganado de Xajay fue de buena estampa y casi todos bravos para el caballo, pero para los de a pie, bravos y con fijeza los dos primeros, y peligrosos el resto. Se obsequiaron un séptimo del mismo hierro, igual de manso, y un octavo de Cabrera, dócil.

Niño de la Capea, en su primero, realizó una faena de arte a un toro claro, fijo y pronto, que terminó quedado. Con el capote principió con tres chicuelinas ajustadas para después, con la muleta, torear con clase, sobre todo en los naturales en que, girando la cintura, marcaba los tres tiempos. A su segundo,suelto y que no humillaba, lo lidió con oficio y responsabilidad.

Regaló un toro, que se rajó,y se escupía del engaño, y principió por fijar al astado en el percal, para después, con la pañosa, realizar una faena en tablas. Con mucho dominio obligó al astado a humillar e instrumentó un toreo clásico a base de derechazos profundos, arriesgando la vida. El cornupeta se quedaba en la suerte y él, sin moverse, obligaba al astado a terminar su recorrido. Para entonces la plaza era un manicomio por la emoción que embargaba al público.

Al matar se clavó el arpón de una banderilla en un dedo, y pasó a la enfermería. Sufre herida de ocho centímetros situada desde el torso de la articulación carpofalángica, hacia el borde interno del dedo pulgar. Tardará en curar 15 días.

El hidrocálido Armillíta Chico a su primero, bravo, pronto y fijo, le hizo faena en los medios, girando la cintura, templados los pases y bien rematados, coreados por los olés del público. Los aficionados gritaban: "¡Torero!, ¡torero!". A su segundo, áspero y corto de viaje, le dio una lidia acertada por la cara.

En el toro que regaló, se recreó con la docilidad del astado y con liturgia instrumentó muletazos con una facilidad, naturalidad y elegancia que parecía que toreaba de salón. Fue aquello una sinfonía del arte del toreo.

El michoacano Portillo a su primero, manso, le realizó una faena de valor. En su segundo, otro manso difícil, cumplió.

Feria de La Coruña

Por otra parte, se han producido cambios sustanciales en la Feria de las Uvas, de La Coruña, que se adelanta un día y sustituye el anunciado espectáculo de rejoneo por corrida de toros, informa Emilio Martínez.

Estos son los carteles definitivos de la féria: día 27 de diciembre, Emilio Oliva, Pepe Luis Martín y David Luguillano (toros de Joaquín Buendía); día 28, Curro Vázquez, Fernando Cámara y Jesulín de Ubrique (Concha Navarro). Ambas corridas empezarán a las nueve de la noche.