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Cristiani dice que la paz en El Salvador depende del FMLN

El presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, dijo en Tegucigalpa (Honduras), donde desde ayer asiste a la cumbre de mandatarios de Centroamérica y Panamá, que la paz en su país depende sobre todo de "la flexibilidad y la racionalidad" del opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

El dirigente salvadoreño acusó a la guerrilla de buscar en la fase final de las negociaciones "lucros personales" en la composición de la futura policía civil que se creará en el país.Cristiani, en un encuentro con periodistas, se mostró dispuesto a viajar a Nueva York antes del 31 de diciembre si se lo pide el secretario general de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, mediador en el conflicto, "pero siempre que las condiciones sean las adecuadas". El Gobierno y la guerrilla salvadoreña acordaron iniciar la última y definitiva ronda de negociaciones a partir del 16 de este mes en la sede de Naciones Unidas ante la urgencia, impulsada por el propio Pérez de Cuéllar y los países amigos del secretario general (Colombia, México, Venezuela y España), de acabar con el conflicto antes de que termine el año.

El presidente salvadoreño participa, junto a los mandatarios de Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Panamá, en una nueva cumbre regional sobre problemas comunes de la zona que se celebra 10 días después del encuentro del Grupo de Río en Cartagena de Indias (Colombia), donde se dieron cita 13 jefes de Estado.

Desarrollo regional

Esta nueva cumbre centroamericana, la segunda del año, le da prioridad en su agenda a un tema poco común en este tipo de encuentros políticos -la situación de la infancia y la juventud en el desarrollo en paz de la zona-, si bien comienza ya salpicada de otros asuntos de interés general: la negociación de paz en El Salvador, el desarme regional y la creación, sobre estructuras sólidas, de lo que se pretende sea la Comunidad del Istmo Centroamericano.Los presidentes centroamericanos creen ya encarrilados los procesos de democratización y desarrollo económico en sus respectivos países, con la salvedad de los casos aún pendientes con las guerrillas de Guatemala y El Salvador. No obstante, se enfrentan a problemas históricos de desigualdad y marginación social que se consideran íntimamente ligados a los brotes de conflicto en la zona.

Como datos generales, de los 30 millones de personas que residen en Centroamérica más de la mitad se encuentra en grado de pobreza absoluta y con ingresos insuficientes para alcanzar la dieta alimenticia mínima. De esta población, 10 millones no tienen acceso al servicio de agua potable y más de un millón de niños, de los cuales 90.000 mueren aproximadamente al año, sufren desnutrición. El índice de analfabetismo rebasa el 30% entre la población mayor de 15 años, un 13% de los recién nacidos no alcanza el peso normal durante el parto, y el promedio de grados escolares cursados va de los tres en Honduras a los seis en Panamá.

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El logro de un sistema de bienestar y una política económica y social en la zona figura como la cuarta prioridad de lo que se pretende sea la futura Carta de la Comunidad del Istmo, que es como pretenden estos países asumir la integración regional. Los propósitos anteriores son consolidar la democracia, concretar un nuevo modelo de seguridad regional orientado a fortalecer el poder civil y lograr una comunidad de derecho en la región.

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