Hablemos de la Universidad

La pregunta sería: ¿qué ocurre en una facultad cuando un profesor está de baja por enfermedad? "Muy sencillo", me responderían, "Ia solución es un sustituto". Pues bien, nada más alejado de la realidad. Dos grupos de alumnos de la Facultad de Psicología de la UCM nos encontramos en esa situación desde hace un mes, y cuando, después de transcurridas tres semanas, se nos ocurre que no sería tan descabellado que el sustituto hiciera acto de presencia, la respuesta que obtenemos por parte del departamento al que pertenece la, asignatura afectada es la de incorporarnos con otro profesor cuyas clases llevaban un mes y medio de tiempo; el horario resultaba incompatible, al menos para uno de los grupos, y con el que las garantías de corrección de exámenes y recuperación de las clases perdidas no eran las deseables, aparte de la masificación resultante de agrupar a los alumnos afectados con los ya correspondientes a este profesor. Ante la protesta del alumnado se mantiene la anterior propuesta para uno de los grupos y para el otro se ofrece que el profesor de prácticas de la asignatura se hará cargo de ésta, aunque en un horario que difiere del estipulado desde principios de curso, con las repercusiones negativas que tendría a la hora de cursar el resto de las asignaturas.El tema del sustituto suena a fantasía de Las mil y una noches, ya que parece que la posibilidad -¿tan extraña es?- de que un profesor se ponga enfermo no está recogida en sus presupuestos, tanto a nivel de organización como económico.

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Nos consta que problemas similares se dan en otros grupos con otras asignaturas.

Así nos encontramos, sin saber hasta cuándo se puede alargar esta situación ni cuánto van a durar las gestiones, y con el peso que tiene el ya sufrido perjuicio de modo irreparable. Contéstenme a otra pregunta: ¿dónde estamos?-