El derechista Olszewski, nuevo primer ministro de Polonia

El Parlamento polaco eligió ayer, por amplia mayoría, como nuevo primer ministro, a Jan Olszewski, candidato de la coalición de cinco partidos de derecha y próximo a la jerarquía católica. El flamante jefe de Gobierno declaró en una breve intervención que su Gabinete se enfrentará con "dificultades gigantescas" por cuanto tendrá que pedir nuevos sacrificios a la sociedad, pero garantizó que éstos se repartirán "de una manera justa". Este éxito de la derecha fue parejo a un nuevo fracaso de Lech Walesa. En la sesión de ayer ningún grupo parlamentario apoyó en su totalidad la iniciativa del jefe del Estado encaminada a instaurar el presidencialismo en Polonia.La candidatura de Olszewski obtuvo el apoyo de 250 de los 404 diputados. A la coalición compuesta por los nacional-católicos, democristianos, independientes, liberales y agrarios, que lucharon con Walesa durante las pasadas tres semanas para imponer a su candidato, se sumaron los parlamentarios del grupo del sindicato Solidaridad. Contra Olszewski votaron 57 diputados ex comunistas, mientras las 107 abstenciones correspondieron a la Unión Democrática de Tadeusz Mazowiecski y al Partido Campesino Polaco, ex satélite de los comunistas.

En una intervención improvisada, Olszewski, un abogado de 61 años, pidió el apoyo para su Gobierno a todas las formaciones democráticas, dando a entender que no lo esperaba de parte de los ex comunistas. "Pediremos nuevos sacrificios a la sociedad" reconoció, mencionando "la dramática situación económica" del país.

"Tengo el pensamiento puesto especialmente en el sector obrero, que me es tan próximo, amenazado por la miseria, el desempleo y la desesperanza", declaró Olszewski, resaltando que no pueden ser los obreros y los campesinos los únicos en sufrir los reveses económicos. En un alarde de populismo, Olszewski preguntó retóricamente si "sólo se pretende fomentar el bienestar de un pequeño sector de la sociedad, o se intenta crear un sistema que dé oportunidades a todos los sectores sociales".

Anunció que su Gobierno será suprapartidista y agrupará a personalidades independientes. En las primeras entrevistas concedidas a los medios polacos, suavizó sus críticas al actual programa de reformas económicas con el que ya no desea romper, sino introducir en él "profundas correcciones". En cuanto a la descomunización, otro de sus lemas, "es algo complejo y que no está en el primer plano", manifestó.