El fraude del gasóleo agrícola supera los 1.000 millones de pesetas, según Aduanas

La Dirección General de Aduanas considera que el denominado fraude del gasóleo -estimado en más de 1.000 millones de pesetas- se podría evitar en parte con la utilización de tarjetas de crédito donde se identifique el tipo de compra realizada y el nombre del comprador.

El director general de Aduanas, Humberto Ríos, ha afirmado que "el sistema actual tiene un coste de gestión exagerado y una fiabilidad pequeña", ya que los operadores del proceso -estaciones de servicio y entidades financieras- "no ejercen el necesario control que permita un seguimiento en condiciones y toleran irregularidades en el proceso". Ríos se muestra partidario de buscar "un sistema más limpio y transparente".Los ingresos totales por el concepto de impuestos sobre hidrocarburos correspondiente al gasóleo B han ascendido a 50.000 millones de pesetas durante el periodo comprendido entre el 1 de julio de 1990 y el 30 de junio de 1991, estimándose por ello un fraude en torno al 2% o 2,5% (más de 1.000 millones de pesetas), según Aduanas; si bien hay que tener en cuenta que el número de perceptores de devoluciones se acerca a los 500.000.

El fraude se centra en la utilización ilegal de las distintas clases de gasóleos y el uso indebido de cheques carburante gasóleo B como medio de pago. Hasta el momento, las modalidades de fraude descubiertas por Aduanas, el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y la Guardia Civil hacen referencia al empleo de gasóleo A (para automoción y más barato) en agricultura y el pago de su importe mediante cheques de gasóleo B (para agricultura), obteniendo indebidamente la devolución del impuesto.

Este método se ha descubierto en varias cooperativas agrícolas. También se ha detectado el empleo de gasóleo B en maquinaria de obras públicas, camiones, turismos y en cooperativas agrícolas a las que no correspondía la devolución percibida por no ser propietarias ni arrendatarias de fincas rústicas.

La Dirección General de Aduanas ha observado en las inspecciones la utilización de gasóleo C (calefacción) en vehículos de automoción, maquinaria de obras públicas y aisladamente en agricultura, realizándose el pago del importe a través de cheques de gasóleo B. Estos cheques se han utilizado también para el pago de productos distintos de los gasóleos, como lubricantes y gasolinas, con la complicidad del suministrador.

Algunas entidades financieras, según Aduanas, han tratado los cheques bancarios y los cheques gasolina como si fueran cheques gasóleo B en la información remitida al Ministerio de Hacienda para el procesado de las devoluciones. Estos bancos han incluido por duplicado algunos cheques de gasóleo B. También algunas estaciones de servicio sin surtidor de gasóleo B han aceptado cheques de este tipo de gasóleo.

Hasta ahora, el número de actuaciones de los servicios de inspección se situaban en las 3.000 con resultados positivos en 224 casos. El fraude se encuentra extendido con mayor medida en las comunidades autónomas de Castilla y León, Cataluña y Andalucía.