Los policías del 'caso Corroto', condenados a 367 años de cárcel
El comisario Javier Fernández Álvarez y los inspectores José María Pérez Gutiérrez, Jaime Ignacio Cabezas de Herrera y Adelardo Martínez García, integrantes de la denominada mafia policial, han sido condenados a 367 años de cárcel por el asesinato de tres delincuentes en Madrid, uno de los cuales estaba de acuerdo con los policías para cometer un atraco a un taller de joyería y repartir el botín.
En contra de la petición del fiscal y las acusaciones particulares, la sentencia declara al Estado exento de responsabilidad civil, por lo que no tendrá que correr con las indemnizaciones. Según el tribunal, los policías "no se encontraban en el desempeño de su obligaciones y si abusaron de su condición de funcionarios públicos fue en beneficio propio o particular". El tribunal acomoda su decisión a una sentencia del Supremo según la cual, el delito "nunca forma parte de los fines del Estado por naturaleza".La sentencia declara probado que los cuatro policías procesados se pusieron de acuerdo con José Luis Fernández Corroto, "conocido delincuente habitual" para cometer un atraco a la joyería "Viuda de Tornero", sita en un quinto piso de la calle de Atocha 16 de Madrid, y repartir el botín entre todos.
El 12 de junio de 1984, Corroto se hizo acompañar por otros dos delincuentes, Feliciano Martín de Paredes y Pablo Pardo Ruíz, con los que atracó el taller, apoderándose de 15 mantas de joyería. Antes de huir, Corroto entregó su pistola y las joyas a sus dos acompañantes y les dijo que esperaran cinco minutos antes de salir. Cuando bajaba, el atracador Martín de Paredes fue abatido en el portal por cuatro disparos a quemarropa, eflectuados por Pérez Gutiérrez y Fernández Álvarez. Pablo Pardo retrocedió hasta un descansillo donde quedó agachado, posición en la que fue asesinado por disparos de Jaime Cabezas y de Fernández Álvarez.
Tras las muertes, los policías dispararon con las armas de los atracadores para justificar un "enfrentamiento". Pese a constarles que estaban muertos, pidieron ayuda para trasladar a unos heridos y evitar así el levantamiento de cadáveres por el juez de guardia. También retiraron de los álbumes policiales la fotografía de Corroto para que no le identificaran los testigos.
Disparos sobre el coche
Mes y medio después, en la madrugada del 31 de julio, citaron a Corroto en una zona industrial de Móstoles (Madrid) para repartir el botín del atraco a excepción de una pequeña parte que habían devuelto a la propietaria de la joyería. Al llegar Corroto, Pérez Gutiérrez y Fernández Álvarez se aproximaron a su coche y le dispararon antes de que pudiera bajarse.Por razones de técnica penal, la sentencia construye la calificación los hechos como un delito de robo con muerte dolosa de Feliciano Martín, sendos delitos de asesinato de Pablo Pardo y de Fernández Corroto, y un delito continuado de falsedad en documento oficial por los atestados y demás actividades orientadas a justificar los enfrentamientos.
Por cada delito de robo con homicidio y asesinato se imponen a Fernández Álvarez, Pérez Gutiérrez y Cabezas de Herrera 30 años de reclusión» y 10 años por falsedad en documento oficial, lo que totaliza. 100 años de cárcel a cada uno. A Adelardo Martínez García, al que no se considera involucrado en el asesinato de Fernández Corroto, se le imponen dos penas de 30 años y una de 7 años por falsedad, con un total de 67 años.
La sentencia fija 6 millones de indemnización para los herederos de cada uno de los, delincuente fallecidos y 5,5 millones para la propietaria de la joyería.
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