Los colorados decidirán la nueva Constitución en Paraguay

ENVIADO ESPECIALLa Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) logró una arrolladora victoria en la elección para la Asamblea Constituyente. Con más del 50% de los votos, según estimaciones provisionales, dispondrá de la mayoría absoluta de escaños y podrá elaborar, antes de mediados del año próximo, una constitución a su gusto.

Casi la mitad del millón y medio de paraguayos convocados a las urnas el domingo no acudieron a votar. Abstencionistas y desencantados constituyen hoy día la segunda fuerza electoral en el país.

El tradicional Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) consiguió, según los primeros cómputos parciales, algo menos de un 30% de votos. El movimiento independiente de izquierda Constitución Para todos sólo se hizo con un 10% de los votos, aproximadamante, aunque se confirmó como la segunda fuerza política en Asunción. Los partidos con socios en el exterior, los socialdemócratas del Partido Revolucionario Febrerista y los democristianos, han quedado reducidos a la condición de grupúsculos, con alrededor del 1%.

El resultado electoral del domingo pone de manifiesto que está intacta la poderosa maquinaria del Partido Colorado, que casi en su totalidad apoyó durante más de 34 años la dictadura del general Alfredo Stroessner. Los colorados aprendieron la lección del pasado mayo, cuando sus querellas internas le costaron la alcaldía de Asunción. Esta vez, los colorados barrieron bajo la alfombra sus diferencias y movilizaron su maquinaria, engrasada durante muchos años de dictadura con toda clase de mañas para conseguir votos.

Una oposición adormecida

Mientras tanto, el tradicional PLRA y el incipiente movimiento Constitución Para Todos se durmieron en los laureles y pensaron que los colorados ya estaban casi derrotados. Los vencedores, sin embargo, recurrieron a una propaganda electoral moderna, que ocultaba hasta el nombre del partido, pidiendo de manera elíptica el voto por la Lista 1, que prometía "trabajo", como si se avergonzasen de presentarse con su propio nombre al elector.Esta estrategia tuvo éxito, y ahora los colorados podrán hacer y deshacer a su antojo en la Constituyente. El resultado del domingo deja abierta la posibilidad de una reelección del actual presidente, general Andrés Rodríguez, en 1993. El proyecto constitucional de los colorados prohíbe la reelección, pero esta cláusula podría aplicarse sólo para el futuro, a partir de su entrada en vigor. La figura del general Andrés Rodríguez ofrece al partido de los colorados la posibilidad de tener un candidato popular y borrar a la vez sus dañinas diferencias internas. Tras la elección del domingo, se puede decir que el viejo orden político ha quedado restablecido en Paraguay.