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La liberación de Cicippio marca el principio del fin de la crisis de los rehenes

El alivio y el optimismo reinaban ayer en Washington, donde se cree que la traumática crisis de los rehenes en Líbano ya toca a su fin. Tras 1.908 días de cautiverio en manos de extremistas libaneses, el contable de la Universidad Americana de Beirut (AUB) Joseph Cicippio dio sus primeros pasos en libertad en Damasco, donde dijo: "Ahora tengo que aprender todo de nuevo". La liberación de Cicippio, de 61 años, reavivó las esperanzas de que todos los rehenes estén libres para Navidad. El ex cautivo llegó ayer a Alemania.

Los secuestradores de la proiraní Organización de Justicia Revolucionaria cumplieron con su palabra y a las once de la mañana, hora de Beirut (10, hora de Madrid) pusieron a Cicippio en manos de funcionarios sirios, que le condujeron hasta Damasco para la ya tradicional ceremonia y conferencia de prensa en el Ministerio de Asuntos Exteriores.Un Cicippio avejentado, cansado y demacrado tras cinco años y tres meses de cautiverio en los que estuvo en tres ocasiones a punto de ser asesinado y hace dos meses sufrió una operación dijo estar "feliz de que todo haya pasado". "Quisiera dejarlo todo atrás; quisiera empezar el primer día de mi nueva vida", señaló antes de revelar que en este tiempo no había visto nada de prensa. "Ahora tengo que aprenderlo todo de nuevo", señaló.

Además de dos alemanes, en poder de los secuestradores quedan otros dos norteamericanos: Terry Anderson, el delegado de la agencia Associated Press, capturado en marzo de 1985, y el profesor Alann Steen, cautivo desde enero de 1987. Cicippio, a quien sus secuestradores cambiaban constantemente de escondite, no ha visto a ninguno de ellos. El ministro sirio de Exteriores, Faruk al-Shara, quien entregó a Cicippio al embajador norteamericano en Damasco, reiteró que los dos estadounidenses serán liberados en cuestión de días.

En esferas oficiales norteamericanas ayer había júbilo y agradecimiento a Teherán, Damasco -donde el presidente Hafez el Asad sometió ayer a referéndum su cuarto mandato presidencial-, y sobre todo al representante especial del secretario general de la ONU, el italiano Giandomenico Picco, cuyas negociaciones secretas en varias capitales de Oriente Próximo están finalmente desenmadejando el ovillo. El júbilo, sin embargo, se vestía de rigor de puertas hacia fuera por la "profunda preocupación por quienes aún permanecen como rehenes", en palabras del portavoz presidencial, Marlin Fitzwater.

Cicippio fue capturado mientras se dirigía a su oficina en el campus de la AUB el 12 de septiembre de 1986, la víspera de su 56º cumpleaños. El ex rehén, nacido en la fe católica, se había convertido al islam dos años antes para poder contraer nupcias con su tercera esposa, la suní libanesa Elham Ghandour.

Intenciones iraníes

El mensaje que emerge de las últimas liberaciones es claro: Irán, que apoyó y financió organizaciones próximas a los secuestradores de extranjeros, quiere cerrar para siempre el caso de los rehenes para mejorar sus relaciones con Occidente en general y con EE UU en particular. Agobiado económicamente y aislado políticamente, Teherán trata de restablecer contacto con Washington y sus prioridades incluyen el contar con apoyo norteamericano para no verse aislado del mecanismo de seguridad en la región del Golfo.Thomas Cicippio, hermano del liberado, y otros familiares se disponen a viajar hoy a la base norteamericana de Wiesbaden (Alemania), adonde el ex contable de la AUB llegó anoche para ser sometido a exámenes médicos antes de viajar a EE UU.

En la madrugada de hoy trascendió que el rehén norteamericano Alan Steen será liberado en las próximas 48 horas, según indicó el grupo extremista pro-iraní Yihad Islámica para la Liberación de Palestina, que lo mantiene en su poder.

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