La Comisión Europea no ha dado aún su visto bueno a la liberalización comercial anunciada por Solchaga

La Secretaría de Estado de Comercio no ha recibido aún la conformidad de la Comisión Europea para que España pueda suprimir, antes de lo previsto, los contingentes que mantiene sobre la importación de 170 productos. La medida anunciada por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, el pasado mes de septiembre en el Congreso tendrá un efecto mucho menor que el perseguido: adelantar la liberalización de parte de nuestro comercio exterior jara sacarle unos meses de ventaja a la inflación. La eliminación de estos contingentes deberá aplicarse obligatoriamente por España en enero de 1992, fecha en la que prácticamente todo nuestro comercio exterior quedará liberalizado, con la excepción de algunos productos sensibles como los coches o las prendas de vestir.

A medida que pasa el tiempo, la liberalización comercial que anunció el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, el pasado mes de septiembre en el Congreso, pierde el efecto que se perseguía.El ministro presentó un plan de choque contra la inflación ante el fracaso de la oferta del Gobierno para un pacto con empresarios y sindicatos que permitiera moderar salarios y beneficios.

Solchaga pidió el apoyo del Parlamento para un amplio paquete de medidas con la intención de eliminar los cuellos de botella que impiden el deslizamiento a la baja de los precios.

La reforma del mercado de trabajo, impedir los acuerdos para la fijación de precios entre determinados sectores y llevar a cabo la desregulación de algunos servicios públicos eran objetivos que de alguna manera ya se habían puesto en marcha.

La principal novedad fue, sin embargo, el anuncio de una amplia liberalización frente al exterior. En concreto, se adelantó un año la libertad de movimientos de capitales y se anunció la eliminación de los contingentes de importación que ahora afectan a 170 productos.

Ganar unos meses

El objetivo perseguido con esta última medida era ganar unos meses en la lucha contra la inflación ya que la eliminación de estos contingentes es de aplicación obligatoria el 1 de enero de 1992, por los compromisos españoles frente a la Comunidad Europea.

De acuerdo con lo anunciado por el ministro, se podrían importar sin límite cuantitativo alguno una lista de 170 productos procedentes de Japón, de los países miembros del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) y de los países del Este. Entre ellos destacan los vídeos, las máquinas herramientas y los componentes eléctricos.

Sin embargo, dos meses después de efectuado el anuncio, esta la liberalización comercial aún no se ha producido. La razón es que.España debe obtener la conformidad de la Comisión Europea para poder aplicarla y ésta aún no se ha producido, a pesar de que se solicitó unos días después de efectuado el anuncio, el pasado mes de septiembre.

Cualquier medida de liberalización comercial frente a terceros exige a los Estados miembros de la CE cumplir este trámite. La Comisión, antes de dar su visto bueno debe consultar al resto de países de la CE por si alguno tuviera alguna observación que hacer o viera con ello lesionado alguno de sus intereses.

Aunque prácticamente ya no será posible conseguir que la entrada de estos productos beneficie a la inflación de este año, en enero del año próximo España "dará un gran paso en la liberalización de su comercio exterior", como destaca el secretario general de este departamento, Javier Landa.

Además de la rebaja arancelaría respecto de los países de la Comunidad Europea, España prepara una liberalización de los productos que importa de los países del Este. De esta forma, sólamente los coches y las prendas de vestir quedarían como productos protegidos frente al exterior, en la misma medida en que lo están para el resto de los países de la CE.