Israel libera a 25 shiíes y Siria anuncia que hoy concluirá el cautiverio de Joseph Cicippio

El general Antoine Labad, comandante del Ejército del Sur de Libano (ASL), aliado de Israel, puso en libertad ayer a 25 shiíes libaneses, dos mujeres entre ellos, detenidos en la cárcel de Al Jiam, sita en la zona de seguridad del sur de Líbano controlada por el Ejército de Tel Aviv. Esta liberación se produjo después de que la Organización de Justicia Revolucionaria (OJR) anunciara la próxima liberación del rehén norteamericano Joseph Cicippio, que fuentes sirias esperan para hoy. Israel cree que pronto podrá tener noticias de cuatro soldados desaparecidos en Libano.

La proiraní OJR dijo que su decisión era producto de una mediación en la que han participado las Naciones Unidas, Irán, Siria, Israel, Líbano y grupos que mantienen secuestrados a tres norteamericanos y dos alemanes."Se han alcanzado resultados que permitirán responder a los intereses y peticiones de todas las partes y cerrar este caso para siempre", decía un comunicado de la OJR hecho público ayer en Beirut junto con una fotografía vieja de un barbudo y agotado Cicippio, de quien fuentes del Ministerio de Exteriores sirio dicen que será puesto hoy en libertad. Los otros dos norteamericanos, Terry Anderson y Alan Steen, serán liberados antes de que concluya esta semana, según las mismas fuentes.

Israel no relacionó oficialmente el anuncio de la OJR con la excarcelación,de los shiíes, y sólo hablé de la que a él le afectaba. "Este gesto de buena voluntad, adoptado a instancias del secretario general de la ONU, ha de ayudar a Javier Pérez de Cuéllar a llevar a buen puerto un acuerdo amplio para la liberación de todos los rehenes detenidos en Líbano, com prendidos los israelíes", manifestó al ministro israelí de Defensa, Moshe Arens. De los siete israelíes desaparecidos en Líbano entre 1982 1986, tres murieron, y sus restos fueron entregados a Israel. La suerte de los otros cuatro, entre ellos el copiloto Ron Arad, sigue siendo un enigma. De éste se dice que está vivo, pero no hay ninguna prueba, ya que la Cruz Roja Internacional (CRI) no ha obtenido permiso para visitarlo.

Si un delegado de la CRI o de cualquier otra organización internacional prestigiosa es autorizado a visitarle, fuentes oficiales israelíes dicen que también se podrá visitar al-jeque shií Abdel Karim Obeid, encarcelado en Israel desde que en 1989 fue capturado por comandos judíos en su casa en el sur de Líbano.

En medíos israelíes se considera el comunicado de la OJR como una buena señal, pues en él se habla de rehenes y de prisioneros, concepto que shiíes y palestinos aplican a los capturados en la guerra. "Soy más optimista que antes", decía Uri Lubrani, responsable de asuntos libaneses en el Gobierno de Isaac Shamir. "Haremos todo lo que esté en nuestra mano para colaborar con Pérez de Cuéllar para que pueda concluir las negociaciones de intercambio de todos los detenidos antes de que concluya su mandato, es decir, de aquí al 31 de diciembre".

Las palabras de las fuentes sirias son fruto de la intensa presión que Damasco está ejerciendo sobre las organizaciones shiíes, tanto en Beirut como en el valle de la Bekaa libanés, para acabar con el conflicto de rehenes y prisioneros. Los sirios, a su vez, están sometidos a una doble presión.

Arabia Saudí y EE UU

Arabia Saudí hace depender el incremento de su ayuda financiera a Siria de la puesta en libertad de los rehenes, mientras, por otro lado, el presidente Hafez el Asad intenta que Estados Unidos borre a su país de la lista de los que apoyan al terrorismo internacional. Esto explica la expulsión de Damasco del superterrorista Carlos y de todo su estado mayor y la de Ahmed Jibril y sus hombres.

Teherán también ha intervenido ante las organizaciones shííes de Líbano, después de que Washington entregara 260 millones de dólares al tesoro iraní, reembolso de cantidades pagadas por la compra de armas norteamericanas que nunca fueron entregadas.

Cicippio, de 61 años y antigúo directivo de la Universidad Americana de Beirut, fue secuestrado cuando acudía al trabajo, en septiembre de 1986, y su libertad sigue a la llegada a la región de Giandomenico Picco, el emisario de la ONU que tiene por misión poner fin a la crisis de los rehenes antes de fin de año. Picco consiguió el mes pasado la libertad del norteamericano Thomas Sutherland y del británico Terry White, quienes anunciaron que sus captores prometieron poner en libertad a todos los rehenes.