Walesa veta al candidato a primer ministro de la derecha católica
"No podemos cambiar de programas cada dos por tres", declaró ayer el presidente Lech Walesa en la primera sesión inaugural del Senado polaco. Estas palabras, así como su elogio de la estabilidad política y económica, han de interpretarse como un veto al programa de ruptura con la actual política propugnado por la derecha católica y su candidato al puesto de primer ministro, Jan Olszewski.
Walesa advirtió que no va a permitir que "ningún partido rasgue el tejido de la República en nombre de sus intereses particulares", en clara alusión al empeño conservador en la candidatura de Olszewski. El presidente no modificó su postura ante el hecho de que la coalición de cinco partidos de la derecha que apoya a Olszewski arrasara en las primeras votaciones celebradas en el Parlamento. Gracias al apoyo de los diputados del sindicato Solidaridad y de pequeños partidos procedentes de él, la coalición consiguió para sus candidatos la presidencia y cuatro de los cinco vicepresidencias de la Dieta (Cámara baja).
Walesa desea reforzar dentro de la coalición conservadora al Congreso Liberal Demócrata del actual primer ministro, Jan Krzystof Bielecki, quien es también su candidato favorito a la jefatura de Gobierno porque es el garante de la continuidad de la reforma económica que la derecha católica desea sustituir por un programa populista.
Walesa no tiene ningún plazo constitucional para designar al primer ministro y puede esperar el tiempo que desee hasta que la derecha le proponga un nuevo candidato. Bielecki, mientras, tendrá que aprobar los presupuestos del Estado y, según las palabras de Walesa, "seguirá trabajando tranquilamente".
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