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Oliver Stone rechaza en su nuevo filme la tesis oficial del asesinato de Kennedy

El cineasta ha sido calificado de "mentiroso y distorsionador"

Después de 28 años, 600 libros y 12 series de televisión, el director de cine Oliver Stone está a punto de estrenar una película sobre la muerte del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy que promete conmocionar a los norteamericanos. Antes de que se haya visto siquiera un fotograma de J. F. K, el director ha sido calificado de "mentiroso, megalómano, distorsionador y charlatán", por recoger en su película versiones del asesinato contrarias a la tesis oficial. Stone ha dicho que sus detractores son "fieles doberman del establishment".

Desde que se empezó a rodar la superproducción, el pasado mes de abril, comenzaron a circular copias piratas del guión y a aparecer artículos en prestigiosos periódicos y revistas criticando los "errores elevados al absurdo" de la obra del director de títulos como Platoon, Nacido el 4 de julio, Wall Street y The Doors.El guión sigue la investigación del caso basándonse en un libro escrito por el ex fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, que en 1969 intentó condenar a un empresario local, Clay Shaw, por conspiración en el asesinato de Kennedy, cometido el 22 de noviembre de 1963 en Dallas. El actor Kevin Costner interpreta el papel de este controvertido fiscal, que trató infructuosamente de probar que el empresario formaba parte de una operación orquestada por la CIA para asesinar al presidente. El auténtico Garrison, que tiene un papel en la película de Stone, considera que en el asesinato de Kennedy participaron -u ocultaron la conspiración- agentes de los servicios secretos, la policía de Dallas y el entonces vicepresidente Lyndon B. Johnson; todos, menos el hombre acusado de disparar: Lee Harvey Oswald. Oswald murió asesinado frente a las cámaras de televisión, dos días después de ser detenido.

Antes de apostar por el proyecto de Stone, la productora Warner solicitó una encuesta de la empresa Gallup. El resultado fue que el 70% de los norteamericanos menores de 55 años se mostraron interesados en el asunto. Otras encuestas revelan que un 56% de la población no cree en la versión oficial elaborada por la comisión encargada por Lyndon B. Johnson para aclarar los hechos.

Deseo enfermizo

Esa comisión concluyó que Kennedy fue asesinado por un solo tirador, Lee Harvey Oswald, y que detrás del magnicidio no hubo más que un enfermizo deseo del asesino por pasar a la historia. Desde que este informe vio la luz, en 1964, varios investigadores han puesto en duda, e incluso desmontado, el informe oficial.Algunos expertos han puesto en duda la calidad de Oswald como tirador. Oswald se encontraba en un edificio situado detrás de la comitiva presidencial. Sin embargo, según la película que un aficionado filmó, el presidente recibió el disparo mortal de frente. Si la versión oficial fuese cierta, una de las balas disparadas por Oswald habría atentado contra las leyes de Newton.

La sensación de que no se sabe toda la verdad es compartida por la casi totalidad del centenar de especialistas que se han dedicado a recoger datos sobre la muerte del presidente. Sin embargo, algunos de ellos critican las fuentes utilizadas por Oliver Stone para su versión filmada.

En una entrevista publicada en el último número de la revista Life, Harold Weisberg, autor de seis libros sobre el asesinato basados en 250.000 documentos, manifiesta sus temores de que el gran alcance público de J.F.K. distorsione la realidad.

Oliver Stone ha pagado 250.000 dólares (unos 25 millones de pesetas) por los derechos del libro de Jim Garrison, el ex fiscal de Nueva Orleans, en el que se plantean hipótesis sobre al menos 14 grupos que pudieron estar envueltos en el magnicidio.

Otras de las fuentes de Stone han sido expertos forenses, analistas fotógraficos y el entonces coronel de las Fuerzas Aéreas L. Fletcher Poutry, que trabajaba en el Estado Mayor durante la época de Kennedy. La teoría de Poutry es que, Kennedy fue víctima de un compló de la industria militar norteamericana, por sus planes de retirarse de Vietnam. Poutry apoya su idea en un documento secreto firmado por Kenedy seis semanas antes de su muerte, en el que ordenaba la salida paulatina de los militares norteamericanos asesores en Vietnam. Según Poutry, cuatro días después del asesinato de Kennedy, su sucesor en la presidencia, Lyndon B. Johnson, firmó un plan para atacar Vietnam, lo que, de hecho, se produjo siete meses después. "Sólo los espectadores atentos podrán descubrir quién es el único de los personajes que lo sabe todo", ha dicho Stone.

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