Obiang justifica ante González la violencia policial

El presidente Felipe González dio ayer un cauto voto de confianza a las reformas al jefe de Estado guineano, Teodoro Obiang Nguema. El presidente guineano, sin embargo, le puso varias veces en aprietos a González al autocalificarse ante la prensa como un "lider carismático" o al negar que la policía de su país recurra a la tortura, aunque reconoció que "emplea un poco de violencia para interrogar a delincuentes".

, "El presidente lo ha debido pasar mal", comentaba uno de sus colaboradores al término de una larguísima conferencia de prensa que dio junto con su anfitrión guíneano en el Palacio de África, al término de su primera visita oficial a la ex colonia española. Mientras los periodistas estaban a la sombra, ambos oradores habían sido sentados por el protocolo bajo un sol de justicia, y cada vez que Obiang le colocaba en apuros González miraba intensamente los papeles que tenía ante sus ojos. Los periodistas guineanos acudieron con preguntas que las autoridades les habían entregado previamente."Hay voluntad de llevar aquí a cabo un proceso de reforma política y de hacerlo conversando con la oposición", afirmó el presidente españolantes de instar a los adversarios políticos de Obiang "a aceptar ese diálogo", pero intentando fijar un calendario para la celebración de elecciones libres. Dio además a entender que recibirá a algún dirigente de la oposición en exilio en España y dejó muy claro que la cooperación española en educación y sanidad no dependerá de la naturaleza del régimen de Malabo. Sobre la ayuda económica y técnica no se pronunció.

Obiang explicó largo y tendido su plan de democratización, que ya había expuesto en la cena que ofreció a su huésped el viernes, pero rehusó dar fechas sobre una posible consulta electoral porque primero "debo conocer a los líderes que dirigirán los partidos políticos". Uno de ellos es el democristiano Severo Moto, al que calificó de "indocumentado" por carecer de pasaporte válido. Ése es, según Obiang, el motivo por el cual le fue denegada la entrada en su país en vísperas del referéndum de hace una semana sobre la reforma constitucional, aprobada por el 98% de los votantes.

Líder carismático

Esa ley fundamental introduce la inviolabilidad de la figura del presidente guineano. Obiang explicó ese artículo adicional a causa del "carácter carismático" de su figura. "Me consideran", dijo, "como una cosa histórica". "En Europa", añadió, "los presidentes salientes son gente respetada" y a renglón seguido se comparó con Adolfo Suárez o con el francés Valéry Giscard d'Estaing.Preguntado por las torturas que, según Amnistía Internacional, inflige la policía y, sobre todo, la guardia presidencíal marroquí, Obíang desmintió la acusación. Se preguntó si "en España se encierra a los delincuentes en hoteles de lujo", y acabó reconociendo que "los métodos policiales no son iguales" en todos los países. En Guinea, "los policías emplean un poco de violencia para interrogar a delincuentes" pero no lo hacen con finalidad política.

Justificó, por último, el presidente guineano que sean unos 400 militares marroquíes los encargados de su seguridad. Achacó su presencia a su "desconfianza del entorno" y puso como ejemplo de esos "malos elementos" conspiradores al sargento Venancio Micó.

Al final de la conferencia, el huésped español se relajó cuando la prensa de Bata le regaló un bastón de mando fang, una de las principales etnias guineanas. "Lo voy a utilizar para relacionarme con vosotros. Me servirá para las ruedas de prensa", dijo González a los periodistas con el bastón en la mano.

La última jornada del presidente en Guinea estuvo dedicada a visitar dos proyectos relacionados con la cooperación española y una exposición de productos guineanos. González llegó al aeropuerto de Madrid sobre las diez de la noche de ayer, informa Europa Press.