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El Reino Unido pretende suavizar el texto del tratado en Maastricht

Enric González

El Reino Unido quiere que la negociación de Maastricht se base en un nuevo borrador de tratado, más suave y menos ambicioso que el recientemente confeccionado por la presidencia holandesa de la Comunidad Europea (CE). El primer ministro británico, John Major, le sugirió ayer al primer ministro holandés, Ruud Lubbers, que prepare a toda prisa un nuevo borrador de tratado para la unión política, a sólo dos semanas de la trascendental cumbre de Maastricht. La reunión se extendió dos horas más de lo previsto, y funcionarios británicos calificaron al encuentro de productivo. A la salida de la reunión, Lubbers se limitó a decir que "hemos tenido una tarde deliciosa" y se negó a dar detalles de la conversación.Major y Lubbers se reunieron ayer por la tarde en el número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico. Lubbers llegó a Londres a mediodía, procedente de Dublín, donde se había entrevistado con el primer ministro irlandés, Charles Haughey. En Dublín, la conversación giró en torno a la cohesión económica en la Europa unida -reclamada por España, Irlanda, Grecia y Portugal- y sobre la política agraria comunitaria, que interesa especialmente a Irlanda.

El debate sobre Europa celebrado esta semana en la Cámara de los Comunes ha demostrado que el jefe del Gobierno británico tiene muy poco margen de maniobra: la mayoría de los parlamentarios -y la mayoría de los ciudadanos, según las últimas encuestas- se opone a que Major haga concesiones de poder significativas, en aras de la futura unidad europea.

Moneda única

Major le repitió a Lubbers que no toleraría que se impusiera al Reino Unido una moneda única europea. Esto significa que Major sólo está dispuesto a firmar el tratado de unión económica y monetaria si se le concede al Reino Unido la posibilidad de anular el compromiso antes de la creación efectiva de dicha moneda única, calculada para 1997 como pronto. La "opción de salida" fue una de las promesas que hizo el primer ministro en el debate parlamentario.

El primer ministro holandés lleva a cabo estos días una frenética vuelta a Europa para sondear las posiciones de cada una de las capitales comunitarias en la recta final de la cumbre de Maastricht. A falta de poco más de dos semanas para la cumbre del Consejo de Europa, existen todavía grandes divergencias en torno a los dos documentos, el político y el económico, propuestos por la presidencia holandesa como base para los tratados en que habría de basarse la futura Europa unida. En lo que se refiere a la posición británica, la más reticente a la unidad europea, será crucial la reunión de Major con el canciller alemán, Helmut Kohl, prevista para la semana próxima. Si ambos líderes no consiguen aproximar sus posturas, las posibilidades de acuerdo en Maastricht serán mínimas.

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