Alcaldes del PSOE deben decidir si votan al Gobierno en contra de sus municipios

Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña y diputado socialista, propuesto por el aparato guerrista del PSOE para presidir la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), deberá decidir entre apoyar al Gobierno o a los municipios en el litigio que ambos sostienen sobre la participación de las corporaciones locales en los tributos del Estado. La quinta asamblea de la FEMP, que inaugura hoy en Zaragoza el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, se abre con el malestar socialista por el recorte de ingresos locales previsto en los Presupuestos Generales del Estado y por el enfrentamiento entre alcaldes del PP y del PSOE por el impuesto de actividades económicas (IAE).

En la situación de Francisco Vázquez se encuentran una quincena de alcaldes o presidentes de Diputación y varias decenas de concejales que son al mismo tiempo diputados o senadores por el PSOE en las Cortes. De esta forma, se enfrentan a la disyuntiva de apoyar o no una enmienda presentada por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya (IU-IC) que pide la supresión de la disposición adicional 14ª de los Presupuestos Generales del Estado. Esta disposición rectifica a favor del criterio del Ministerio de Economía y Hacienda la normativa sobre la participación de las corporaciones locales en los tributos del Estado.De acuerdo con la interpretación de la FEMP (véase EL PAÍS de ayer), los ayuntamientos deberían percibir en 1990 110.000 millones de pesetas más de lo que admite Hacienda. Los primeros cálculos oficiosos estiman en otros 190.000 millones los correspondientes a 1991. Para evitar futuras discusiones, Hacienda ha fijado una nueva normativa a través de los Presupuestos Generales que sólo prevé la interpretación del ministerio en este conflicto para los ejercicios de 1992 a 1994.

Reticencias a Vázquez

La presentación de esta enmienda pone en un apuro a Francisco Vázquez y multiplica las reticencias que muchos alcaldes tienen a su designación por el PSOE como próximo presidente de la federación. En la nueva ejecutiva que se elegirá este fin de semana en Zaragoza, el PSOE dispone de 13 plazas, el PP nueve (una más que en la actual), IU-IC dos (una más) y del CDS una (dos menos).

Manuel Mas, alcalde de Mataró, es uno de los alcaldes que no ve con entusiasmo la elección de Vázquez, aunque ha matizado que sus reticencias no se enmarcan en las guerras internas del PSOE, sino en otras causas. "El lunes por la tarde me reuní en Ferraz con Abel Caballero [secretario de Política Institucional del PSOE] para hablar del Impuesto sobre Actividades Económicas, que es uno de los temas más importantes de la reunión de la FEMP", señala Mas en relación como publicado ayer por este diario. "Inmediatamente después regresé a Mataró. Por tanto, no cené en Madrid ni estuve con el señor Borrell [ministro de Obras Públicas y Transportes] ni con 15 comensales. La única referencia al tema de la presidencia de la FEMP consistió en que pregunté a Abel Caballero si habían tenido en cuenta el hecho de que Vázquez fuera diputado y alcalde, y me respondió que no era cosa de él". Caballero fue aún más explícito, según afirmaron testigos de la reunión, ya que respondió que Vázquez "se abstendrá"" en la votación en el Congreso.

Precedente

De hecho hay ya un precedente. Vázquez se ausentó de la votación cuando el PP propuso en comisión una enmienda semejante a la que propugna IU. Otros alcaldes, como el de la población tarraconense de Ulldecona, Jaume Antich, ya han decidido votar "lo que me aconseje el grupo parlamentario"'

No obstante, Antich recurrirá la liquidación de Hacienda de 1990 porque no está de acuerdo con la interpretación del ministerio y apoya la decisión de la FEMP. "Si se pactó así, se ha de cumplir así", sentencia Antich.

El malestar por este conflicto rebasa el ámbito municipal. En opinión de un destacado socialista catalán, nada sospechoso de guerrista, la iniciativa "es un error del Gobierno y un paso atrás para solucionar el problema de los ayuntamientos". "Entiendo", señala, "que es un encaprichamiento de Solchaga [ministro de Economía], pero hay que responsabilizar a todo el Gobierno porque es el que aprueba los Presupuestos".