El G-7 retrasa el pago de servicios de la deuda externa soviética
Los viceministros de Finanzas de los siete países más industrializados del mundo (G-7) ofrecieron ayer martes a las repúblicas soviéticas la concesión de un crédito-puente y un aplazamiento del pago del servicio de la deuda exterior contraída por la antigua Unión Soviética.Según la agencia moscovita Interfax, que cita a uno de los representantes occidentales, el G-7 propuso aplazar "por un año" el pago de los servicios de la deuda, valorados entre 5.000 y 6.000 millones de dólares. Además, el G7 se mostró dispuesto a conceder a la URSS un crédito a corto plazo de 1.000 millones de dólares para cubrir los pagos urgentes y anunció la posibilidad de desbloquear las líneas de crédito congeladas.
Las conversaciones, que se prolongaron durante todo el día de ayer con los jefes de Gobierno de las repúblicas y se reanudan hoy con Gorbachov, transcurrieron, no obstante, en un clima de incertidumbre ante la negativa de Uzbekistán de ratificar el memorando firmado a fines de octubre y las reticencias de Azerbaiyán y Ucrania. En este documento, las 12 repúblicas que forman la comunidad económica soviética, se habían comprometido a aceptar la responsabilidad colectiva por la deuda externa.
Los miembros del G-7 llegaron el lunes a Moscú con un paquete de "ayuda urgente" que contemplaba créditos para pagar el servicio de la deuda y la prorrogación de los pagos.
En la mañana de ayer en el hotel Oktiabr, donde se celebraba la reunión, trascendió que Azerbaiyán, Ucrania y Uzbekistán se negaban a ratificar el memorando citado y que, por lo tanto, las conversaciones estaban al borde del fracaso.
Las repúblicas independientes se ven incapacitadas para asumir sus pagos desde que la semana pasada el presidente de la Federación Rusa, Borís Yelstin, decidiera hacerse con la administración de las reservas de oro, diamantes, petróleo y carbón, que son los principales activos con los que cuenta la antigua URSS para conseguir divisas.
Por su parte, el primer ministro de la URSS, Iván Siláyev, declaró que ante la grave situación creada había sólo dos salidas: o se firmaba el memorando y un número menor de repúblicas se hacían responsables de la deuda, o se la repartía por repúblicas y se prescindía temporalmente de los servicios del G-7.
Después de la crisis matinal, hubo por la tarde otra reunión plenaria entre ambos bloques negociadores. Azerbaiyán y Ucrania cambiaron su posición y aceptaron responsabilizarse de la deuda externa junto con Armenia, Bielorrusia, Georgia, Kazajstán, Kirguizistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán y Turkmenistán, pero sólo después de que se en cuentre un mecanismo para de terminar la cuota de cada república en los activos y pasivos de la URSS. Uzbekistán, por su parte, se opone a que el reparto del pago de la deuda externa se haga en función al número de habitantes de cada república y argumenta que debe pagar más quien más haya recibido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.