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"Cantar es una manera riquísima de vivir"

Para Luz, la grabación de su sexto disco, A contraluz, ha sido complicada. "Hubo un momento en el que lo pasé fatal, porque hubo una cuestión que me alteró: hacer las dos canciones de Tacones lejanos en un día. Me dió sensación de poderío. Cantar después una sola canción durante una semana me sentó mal. Tenía la impresión de no dar la talla".Luz Casal -33 años, natural de un pueblo de La Coruña, criada en Avilés desde los seis meses y vecina de Madrid desde hace 15 años- no para de dar vueltas sobre los detalles de la grabación, sobre su voz, sobre su interpretación. "Llegué a un punto en el que veía que lo que hacía no me pellizcaba y necesito pellizcarme. Algunas veces lo consigo. Ray que dar importancia a las palabras, porque no hay cosa que más me amuerme que sentir que estoy cantando lo que ya sé. Es lo más terrible. No puedo tener las cosas aprendidas. En directo, sé como empiezo, como acaba y algunas situaciones intermedias, pero lo demás no quiero saberlo porque estoy convencida de que voy a resentirme para mal".

Durante la entrevista, Luz salpica sus respuestas, con constantes referencias a cantantes que la emocionan -"Escucho a Carmen Linares y es una barbaridad"-, y con recuerdos de una infancia siempre presente. "Hasta los 10 años tengo olores y sonidos metidos en la cabeza. A partir de los 11, cuando comencé a cantar mucho, se presentan lagunas inmensas. Mi gran mogollón es que tengo referencias muy fuertes. Desde pequeña he escuchado mucha música y muy diversa. Empiezo a estudiar con la clásica, pero no olvido a la Piaf ni a Antonio Molina. Después llegaron los Rolling Stones, el soul, la Tam1a Motown... Y sin tocar el flamenco. Por eso no puedo hacer un solo tipo de canción, no me puedo expresar de una sola manera. Es mi virtud y mi problema".

Cambios

Desde que a finales de la década de los 70 comenzó a plantearse seriamente su carrera con la canción El ascensor, Luz ha intentado luchar contra la repetición hasta lo enfermizo. "Si yo no puedo hacer algo en esta vida es repetirme de manera consciente. ¿Porqué cambio tanto de músicos? Porque necesito cambiar de personas. Me canso de la gente y prefiero variar antes de hacer daño, porque para eso soy bastante cruel, muchas veces sin querer. Pero el hastío me llega de una manera tan bestia que no lo tolero. No se trata de repetir fórmúlas, sino de ir a más aunque a veces sea a menos. Cada vez estoy más segura de mi trabajo, pero al mismo tiempo está la inseguridad de preguntarte si te estás repitiendo".En A contraluz, la cantante interpreta una canción de Agustín Lara, Piensa en mí, incluída en la película Tacones lejanos. Otro tema de este filme -Un año de amor, que Mina cantó en los años sesenta y ahora recupera Luz-, aparece sólo en el disco compacto. "No pensaba incluirlas, pero me lo pidió un montón de gente y contrarrestan la dureza del elepé. Fue una deci.sión. del momento, porque soy muy de acelerón. Si tengo que coger un globo y atravesar el Atlántico, lo hago. A mitad de camino ya me daría por pensar".

La interpretación de Luz en estos temas, significa el primer acercamiento de la cantante a la música popular, especialmente en la composición de Lara. "En Piensa en mí he hecho un personaje con tres actitudes. La canté sabiendo que había una mujer que llegaba de triunfadora y se plantaba en el escenario de señorona, para después venirse abajo y acabar con lágrimas. No me gustaría cantarla en play back en televisión ".

Diferencia

En estos temas, Luz hace una interpretación intensa y dramática, aunque la cantante dice que tiene buen cuidado en no sobrepasarse, "Tampoco es que tengas que echar las vísceras en cada canción. La calidad de un intérprete está en la diferencia que marca en sus canciones". Cuando se habla de interpretación, Luz se expresa con alguna dificultad, como al intentar definir su sistema para unir el sentimiento con la polémica espectacularidad que rodea su figura. "Puedo ser de carne y hueso, a veces de mucha carne, y al mismo tiempo muy reinona. Quizás es que soy un pelo, o una larga cabellera, narcisista y puedo enseñarme con poco pudor. Aunque no lo he hecho nunca, soy capaz de bajar en tanga, con un penacho de plumas y las tetas al aire, y a los cinco minutos estar en otra cosa. Sé que hay una contradicción enorme, pero no la siento".Y Luz termina casi de corrido, haciendo una declaración de principios sobre su postura ante la música: "Canto porque no tengo otra opción, otra inquietud y dejaría cualquier cosa antes que la música. Voy poco a poco, sin ser un monigote y mostrando lo que tengo en cada momento. Cantar es una manera riquísima de vivir".

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