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Una madre denuncia que el supuesto cadáver de su hijo recién nacido no estaba en la tumba

"No te preocupes Francisca, que el hospital corre con todo [lo del fúneral]", le contestaban machaconamente a Francisca Berenguer en la extinta clínica Hispano-Alemana cada vez que preguntaba por su hijo recién nacido. Diez años después de que le dijeran que su hijo había muerto, y de que lo inhumaran sin dejarle ver el cadáver, Berenguer ha comprobado que la tumba, a la que tantas flores ha llevado estos años, está vacía. Sólo hay una pequeña y rancia caja blanca "sin nada dentro" comentó ayer, desconsolada. El asunto lo lleva el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid.

Francisca se queja de que nunca le dejaron ver el cadáver de su hijo, ni en el hospital ni después en el cementerio. "Sólo nos mostraron una sábana blanca, sellada con un esparadrapo, y creímos que iba dentro". ¿Quién sabe lo que han hecho con él...", exclama abatida, diez años después del supuesto sepelio."Vamos a escarbar todo lo necesario, pero podemos encontramos con un resultado no feliz; por ejemplo, que el niño tenga una nueva madre adoptiva", advierte Juan Antonio de la Fuente, el abogado a quien Francisca ha encomendado el asunto.

Francisca Berenguer, vecina de Alcorcón, dio a luz un niño en el hospital Hispano-Alemán, situado en Somosierra, el 19 de octubre de 1980, según ha adelantado Antena 3 Televisión. Después de un parto normal, asegura, "y de haber agarrado a mi hijo entre mis brazos, que, por cierto, no dejaba de llorar y tenía un color precioso", Francisca empezó "a mosquerase". Una enfermera le dijo que el niño había nacido con defectos físicos y que lo iban a enviar al hospital Clínico para unas pruebas. "Nunca más volví a verle", evoca.

Un día después, la misma enfermera le dejó entrever que el bebé "estaba muy enfermo". "Le pregunté si había muerto; ella no respondió", recuerda. También recuerda que preguntó insistemente al pediatra [el doctor García Velasco, según la madre] por su bebé. "Siempre que le preguntaba me decía: 'No te preocupes, Francisca, que el hospital se encarga de todo... ".

El día 22 de octubre, Francisca fue dada de alta. Antes, le confirmaron lo que para ella había sido un extraño presentimiento: el bebé había muerto. ¿Cuándo es el entierro, doctor, mi marido y yo queremos ir. "Ya le avisaremos; usted váyase tranquila".

Un paquete

Ese mismo día, por la noche, "me llamó una mujer del hospital. ¡Ay, que disgusto! Seguro que me he dejado algún paquete olvidado, ¿verdad?". "Claro que te has dejado algo olvidado... si es que piensas que el feto es un paquete", le dijeron, siempre según Francisca. "Cuando escuché esa contestación", rememora, "me quedé helada; ¿cómo me podían decirme eso...". "Al día siguiente, 24 de octubre, fui al hospital histérica y pedí que me enseñaran el cadáver antes de que lo enterraran". La noche anterior se puso en contacto con la funeraria San Roque para el "papeleo".Un hombre, el mismo que después condujo el coche fúnebre, fue quien les enseñó la sábana en la que supuestamente iba el feto. "Mi suegra pidió verlo, pero el hombre se negó. "Esta prohibido, señora". Después, en el cementerio [en el de La Almudena], también volvieron a insistir, sin éxito. "Todos: mi marido, mi suegra y yo, nos quedamos con la gana de verlo", dice abatida.

Durante los años siguientes, Francisca visitó con cierta frecuencia la tumba para depositar flores, hasta que el pasado 28 de enero obtuvo un permiso para incinerarlo. "Pensé que por fin iba a tener ocasión de verlo, aunque sólo fuera un huesecito". Fueron ella, su marido, y sus dos hijas. "Cuando abrieron la caja no había nada; ni siquiera la sábana.

Francisca, aturdida, contó el hecho a sus amigas, que le aconsejaron presentar una denuncia. El juez que instruye el sumario ha abierto diligencias. Ahora está investigando el paradero de los médicos que asistieron el parto, ya que hospital Hispano-Alemán dejó de exitir hace unos años. También ha pedido al Clínico que le informe si el bebé estuvo hospitalizado allí en algún momento.

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