Muerte en la parrillada
La violencia en Perú se 'colombianiza'
Una nueva forma de crimen terrorista conmocionó a los peruanos en el marco de una escalada de violencia sin precedentes: el asesinato en masa realizado por grupos parapoliciales, al estilo de los escuadrones de la muerte que siembran el terror en Colombia.
Los hechos ocurrieron en la noche del domingo 3 de noviembre en los Barrios Altos, una zona pobre de la parte vieja de Lima, donde un grupo de vecinos se había reunido alrededor de una parrillada con el fin de recaudar fondos con los que financiar el arreglo de la fontanería de sus chabolas. Los asesinos, entre siete y diez hombres, llegaron cerca de la medianoche en dos camionetas. Varios testigos sostienen que llevaban luces giratorias del tipo usado habitualmente por vehículos policiales.Entraron en la pequeña habitación donde se celebraba la reunión esgrimiendo pistolas ametralladoras y, elevando el volumen del equipo de sonido, ametrallaron a los asistentes, matando a 16 personas, humildes provincianos en su mayoría. Varios edificios de las fuerzas de seguridad se encuentran casi al lado, pero los policías aseguraron no haber escuchado nada.
Esta matanza conmocionó de manera especial a los limeños, a pesar de que están ya demasiado acostumbrados a la violencia. Ni la serie de atentados con bombas de la noche siguiente contra varios locales bancarios, ni el ataque con granadas contra el céntrico Palacio del Gobierno en la noche del martes, que hirió a dos policías, y ni siquiera la información llegada a Lima el mismo día sobre la matanza perpetrada por los guerrilleros de Sendero Luminoso contra los comuneros de un pueblo del departamento andino de Huancavelica, donde perecieron 37 personas, lograron hacer olvidar a los limeños los muertos de los Barrios Altos.
Y es que después de 11 años de violencia insurreccional en Perú, sea la de Sendero Luminoso o la del guevarista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, los modos de actuar de cada uno ya parecían conocidos. Pero la matanza de los Barrios Altos parece anunciar un tipo de violencia de procedencia distinta. El jueves, en una llamada anónima a un canal de televisión, el supuesto portavoz de un escuadrón de la muerte antisenderista reivindicó la acción, anunciando así al mismo tiempo al país el nacimiento de una nueva organización destinada a matar.
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