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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La verdad noble

Si alguna vez puede hablarse de señorío en la música es ante la noble sustancialidad artística de Giulini, armada sobre una humanidad conmovedora. Y como nobleza obliga y nada hay más noble que la verdad, el gran maestro italiano no se permite en sus versiones ni un adarme de falsedad, que esto es en arte toda concesión o cualquier tendencia .hacia el expresivismo exterior. Nobleza también en el gesto y en la calidad del mismo sonido, que ni en los pianísimos ni en los fuertes se quiebra o afea.El Réquiem verdiano es un inmenso monumento sonoro al risorgimento envuelto en la pena por la muerte de Alessandro Manzoni. Verdi puso todo su talento musical y dramático al servicio de un texto que permite la lectura religiosa, pero, igualmente la interpretación dramática hacia la que se inclina, sin duda, Giuseppe Verdi. Y cuando un director de los altos quilates de Giulini toma la obra en sus manos, nos descubre que, además de noble teatralidad, lo espiritual se muestra a través de un repertorio de emociones íntimas que van desde la piedad a la turbación para estallar insistentemente en la genial dureza trágica del Dies irae.

Carlo Maria Giulini

Misa de réquiem, de Verdi. Orquesta y coros de la Filarmonía de Londres. Solistas: F. Pollet, P. Malakova, V. Cole y D. Johnson. Director: C. M. Giulini. Auditorio Nacional. Madrid, 8 de noviembre

Más información
Giulini advierte sobre los peligros de la prisa y la rutina en la creación musical

Ante el arte de Giulini no cabe sino rendirse, y cuando el concierto acaba, entristecerse un poco por la fugacidad de la experiencia musical. Ante un greco, ante El Escorial o la Victoria de Samotracia, podemos decidir cuántas horas durará la emoción. En la música, medida del tiempo, no. Quedan con fuerza imborrable los recuerdos.

Viejo, sabio y buen maestro es Carlo Maria Giulini y magníficos fueron sus colaboradores, incluido un cuarteto notable formado por la soprano Françoise Pollet, que decayó un tanto en el curso de la interpretación, la mezzo Petra Malakova, el tenor Vison Cole y el bajo David Johnson, en el que se agudizó la expresión dramatúrgica de la obra. El resumen puede hacerse con una sola palabra: inolvidable.

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