Respaldo atlántico a la postura de los Doce
La OTAN ofrece su "total respaldo" a los esfuerzos de la Comunidad Europea (CE) en la crisis yugoslava, según el texto. de una declaración aprobada ayer por la cumbre de jefes Estado y de Gobierno aliados celebrada en Roma. La prueba más patente de este apoyo es que renunció a su propio proyecto de declaración para asumir el texto redactado por los ministros de Exteriores de la Comunidad, reunidos en el mismo lugar en que se llevaban a cabo las deliberaciones de la Alianza Atlántica.La propuesta de "elegir el texto mejor" partió del secretario de Estado norteamericano, James Baker. "Es una de las paradojas que se producen, en este tipo de reuniones", comentó después el presidente del Gobierno español, Felipe González. George Bush expresó su satisfacción por el "papel guía" de la CE en este conflicto, y manifestó que Estados Unidos "estudiará muy pronto y muy seriamente" las sanciones decretadas por los Doce.
Este ejercicio de es la primera muestra del papel complementario que la OTAN desempeñará, junto a otras instituciones. europeas como la CE, la Unión Europea Occidental y la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, en Ia gestión de las crisis" en Europa. El secretario general de la Alianza, Manfred Wörner insistió en que ,esa nueva estructura de seguridad europea" no es competitiva, aunque la OTAN, que "continuará sus consultas sobre el conflicto yugoslavo, posee un instrumento muy eficaz del que las otras organizaciones carecen".
El comunicado de la OTAN refleja "la viva preocupación por la crisis que atraviesa Yugoslavia y por la grave amenaza que representa para la estabilidad de la región"; condena los ataques del Ejército federal contra la población civil de Dubrovnik y hace un llamamiento a las partes para el cumplimiento de los compromisos firmados sobre alto el fuego, retirada de tropas y bloqueo de cuarteles. Los aliados recuerdan a todos los responsables de violencias y de violaciones de las treguas que "deben responder personalmente, en virtud del derecho internacional, de los actos contrarios a los principios humanitarios".
La Alianza Atlántica apoya la posición comunitaria de no admitir las modificaciones de fronteras conseguidas por el uso de la fuerza.
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