El dueño de la discoteca Flying atribuye el incendio a terroristas

Faustino Martínez, propietario de la discoteca Flying de Zaragoza -en la que murieron 43 personas como consecuencia de un incendio ocurrido en enero de 1990-, declaró ayer ante el juez Javier Seoane que "nadie se ha interesado por buscar al culpable" del siniestro, "sino a personas solventes que paguen las indemnizaciones". En su declaración, dentro de la la investigación suplementaria que realiza el magistrado, Martínez insistió en atribuir el incendio a un grupo terrorista.La investigación suplementaria es consecuencia de la aparición de nuevos documentos probatorios el pasado mes de octubre, durante la celebración del juicio oral, por lo que éste fue suspendido. Las nuevas pruebas apuntaban a presuntas responsabilidades de un alto funcionario del Gobierno aragonés.

Factura

El abogado de Martínez aportó durante la vista oral una factura de la empresa Mave Electricidad, S. L., fechada en 1983 y autorizada por el Gobierno aragonés, posterior a las obras de adaptación realizadas en el local un año antes, con lo que se pretende demostrar que la instalación del aire acondicionado en la planta sótano no era clandestina, como concluyó el juez Seoane, instructor del sumario. Martínez se comprometió, a petición de los acusadores, a presentar todas sus facturas desde 1983.El juez recordó que Martínez declaró en el juzgado que la empresa que realizó la instalación de la manguera eléctrica fue Gersa, la misma que instaló el aire acondicionado, aunque él propietario rectificó tal declaración y atribuyó la instalación de la manguera a Mave Electricidad.

Por lo demás, el propietario de la discoteca reiteró ayer su hipótesis de que el incendio fue provocado por un "Grupo Terrorista Anticapitalista" y advirtió sobre la coincidencia de que al día siguiente al siniestro del local se produjera otro incendio en otra discoteca de la capital aragonesa. "Hay un criminal en la calle que ha matado a 43 personas y nadie lo está buscando", declaró. Martínez se mostró reticente con la investigación judicial.

Además del propietario de la discoteca, prestaron declaración ante el juez Jesús Caldeiro, de la empresa Gersa, y Luis Ariño, de Mave Electricidad, quien no reconoció ni negó la autenticidad de la factura, aunque advirtió que contiene un error mecanográfico. Ariño afirmó que su empresa no ha encontrado copia de la factura, aseguró que sus empleados no realizaron dicha instalación y recordó que una empresa está obligada a guardar sus libros de contabilidad durante cinco años.