Los fabricantes critican el Plan de Telecomunicaciones por su escasa inversión

La Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (Aniel) criticó ayer el Plan Nacional de Telecomunicaciones por entender que las inversiones que prevé (6,6 billones de pesetas hasta el 2.002) no aseguran la consecución de los objetivos que persigue.El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, y el presidente de Telefónica, Cándido Velázquez, presentes en un acto organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) sufrieron una avalancha de preguntas sobre el descenso de las inversiones y las compras públicas.

La preocupación del sector -manifestada ayer a través de su presidente, Jesús Banegas- es evidente desde que se hizo público el recorte presupuestario en departamentos como el de Defensa o la disminución de las inversiones previstas en Telefónica.

Esta compañía, según explicó ayer su presidente, Cándido Velázquez, invertirá en los próximos cinco años 2,7 billones de pesetas (cinco billones hasta el 2.002). La cifra, que arroja una media de inversión de unos 540.000 millones al año, queda muy lejos de los 700.000 millones que invirtió en el ejercicio 1989-1990.

El ministro de Industria y el presidente de Telefónica fueron rotundos al asegurar que las cifras de inversión que el sector de la electrónica considera inadecuadas responden a la menor actividad económica del país y a la consiguiente caída de la demanda. Aranzadi llegó a afirmar que en las peticiones del sector detectaba un "sesgo intervencionista y asistencialista". Telefónica prevé que la demanda de nuevas líneas no superará las 550.000 anuales frente a las 800.000 de 1989.

La compañía, que considera cubierta la brecha entre oferta y demanda que afectó a la compañía -la lista de espera está en mínimos históricos, según Velázquez-, tiene como objetivos conseguir que el número de líneas por 100 habitantes llegue a 42 desde las 34 actuales en cuatro años y profundizar en la internacionalización de la compañía.

Por su parte, el secretario general de promoción industrial, Eugenio Triana, adelantó a los empresarios que la política de subvenciones a las empresas perderá peso en el conjunto de la política de financiación en favor del apoyo a la internacionalización de las empresas, los préstamos y los incentivos fiscales.