Economía suspende cautelarmente la venta de La Unión y el Fénix al grupo francés AGF

La Dirección General de Transacciones Exteriores ha suspendido cautelarmente la venta de la Unión y el Fénix, perteneciente a la Corporación Banesto -que preside Mario Conde-, a la aseguradora francesa AGE El motivo de la suspensión, según el ministerio, es que "el diseño de las operaciones planteadas podría causar la pérdida de la posibilidad de gravar las plusvalías que se generasen" y "suponer eventualmente una posible sustracción a la soberanía fiscal del Estado español". En definitiva, Economía cree que, a pesar de tratarse de varias operaciones, en realidad se ha realizado un solo acto administrativo, "cuyo único objetivo es eludir el pago de 7.400 millones de impuestos por las plusvalías afloradas".

La decisión acordada por Transacciones Exteriores supone la suspensión del régimen de liberalización de inversiones en cuyo marco se había realizado la venta. La operación queda sujeta ahora al régimen ordinario de control de cambios y su aprobación es competencia del ministro (le Economía y Hacienda.El ministerio ya ha encargado dictámenes a Transacciones Exteriores, Dirección General de Tributos y Secretaría de Estado de Hacienda para que se pronuncien sobre los aspectos legales de la operación. La inquietud de Hacienda está motivada tanto por el importante volumen (le esta operación en si, como por el precedente que podría constituir. Fuentes del ministerio señalaron ayer que "si se acepta este mecanismo para eludir al fisco nadie va a declarar plusvalías por ventas de activos en este país".

En el fondo del asunto, el malestar de Hacienda está relacionado con la anterior concesión de 19.500 millones de pesetas de beneficios fiscales cuando se constituyó la Corporación Banesto. La concesión de estos beneficios se apoyó en la consideración de que la -creación de la corporación era buena para la, economía española, cumpliendo así el requisito que exige la ley. Hacienda se pregunta ahora si la venta que ,,afecta a sectores de marcada relevancia para la economía nacional", podría tener un sentido distinto al de la creación de la corporación.

Fuentes del Banesto manifestaron ayer "su satisfacción, porque al menos reconoce la legalidad de la operación" que levantó fuertes polémicas entre Banesto y Economía. Fuentes de la entidad bancaria aseguraron que "e1 asunto no les causaba ninguna preocupación aunque si hay, interés en que se resuelva cuanto antes para poder cerrar definitivamente el acuerdo con AGF".

Según la versión de Economía, para la realización de la operación, la Corporación Banesto constituyó una sociedad en las Antillas Holandesas, conocido paraíso fiscal, con un capital social de 20 millones de pesetas, denominada Corporación IFB Internacional NV. Esta sociedad a su vez adquirió el 100% de otra sociedad del grupo constituida en Holanda denominada Corporación Banesto Internacional BV. Posteriormente, la Corporación Banesto aportó el paquete del 5,6% que poseía de La Unión y El Fénix, valorada en 37.613 millones de pesetas, a la sociedad holandesa. Como contrapartidda la Corporación Banesto recibió las acciones de esta firma holandesa que se emitieron en la correspondiente ampliación de capital por este mismo valor.

A continuación, Corporación Banesto aportó el 100% de sus acciones de filial holandesa -nueva propietaria directa del paquete de La Unión y El Fénix- a su participada en las Antillas. A cambio recibió la totalidad de las nuevas acciones emitidas en la correspondiente ampliación de capital de la sociedad antillana por el mismo valor anterior.

De esta forma, el 52,6% del capital de la Unión y el Fénix estaría en una sociedad holandesa, propiedad de otra antillana, que a, su vez estaría en un 100% en manos de Corporación Banesto'. La operación culmina con- la venta por parte de la sociedad antillana del 45% de las acciones de la instrumental holandesa a la aseguradora francesa AGF, que también compra a través de una intermediaria constituida en holanda por un importe de 26.510 millones de pesetas. El 55% restante lo vende a Banesto por 32.401 millones de pesetas. En total la filial antillana obtuvo unos ingresos de 58.911 millones de pesetas. Como la aportación inicial de Corporación Banesto estaba valorada en 37.613 millones de pesetas se producen unas plusvalías de 21.297 millones de pesetas. Al tratarse de una venta hecha en Holanda, a través, de un paraíso fiscal como son Las Antillas, la Corporación elude el pago de unos 7.400 millones (el impuesto de sociedades grava 35% de las plusvalías obtenidas por tratarse de beneficios).