Tel Aviv reduce la intensidad de sus ataques a poblaciones del sur del país vecino

Los bombardeos de la artillería israelí contra las ciudades del sur de Líbano continuaron ayer por sexto día consecutivo, aunque la intensidad bajó sensiblemente, según fuentes militares libanesas.No se tienen noticias de víctimas de los ataques israelíes en los distritos de Iqlim al Toufan y Nabatiye. Estas zonas son utilizadas por las guerrillas proiraníes de Hezbolá (Partido de Dios).

Centenares de habitantes de Kfar Rournan huyeron de la ciudad el sábado después de que los iraelíes ordenasen por altavoces que abandonasen sus hogares en un plazo de 12 horas. Muchos regresaron por la noche, una vez transcurrido el plazo y al conocer que el Gobierno libanés pidió a Estados Unidos que presionase a Israel para cesar los ataques.

El primer ministro libanés, Omar Karami, afirmó ayer: "Los norteamericanos aseguran que los israelíes han aceptado cesar inmediatamente toda actividad militar porque esto representa una amenaza para el proceso de paz".

La ofensiva militar israelí comenzó la víspera de la Conferencia de Paz de Madrid. Hezbolá había amenazado con incrementar sus ataques guerrilleros en un intento de sabotear las conversaciones árabe-israelíes. Israel dijo que haría lo que fuese necesario para proteger su frontera norte.

Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Moshe Arens, dijo en una entrevista difundida ayer por Radio Israel que "las acciones militares se basan en la preocupación por la seguridad territorial, tema sobre el que no hay compromiso posible".

Como respuesta a los ataques israelíes, el Gobierno libanés envió refuerzos militares a la zona, incluidos cuatro carros de combate, para tomar posiciones en el acceso este de Kfar Rournan. Las fuerzas libanesas tenían orden de responder a cualquier ataque israelí.

Israel y su Ejército en el sur de Líbano han acusado a las tropas libanesas y a las poblaciones de la zona de ayudar a las guerrillas árabes proiraníes en sus ataques contra Israel desde sus bases en zonas bajo control del Ejército libanés.

Karami advirtió que su Gobierno, apoyado por el de Siria, no impedirá los ataques de la guerrilla en el sur de Líbano en tanto en cuanto Israel mantenga su zona de seguridad, establecida en 1985. El tema fundamental para Líbano en las conversaciones de Madrid es precisamente la retirada israelí de esa zona.