La policía hace estallar en Palma un coche preparado para un atentado
ANDREU MANRESA Artificieros del Cuerpo Nacional de Policía hicieron explotar de manera controlada a primera hora de la noche de ayer un coche que se hallaba aparcado en la zona turística de la playa de Palma de Mallorca en las inmediaciones del cuartel de policía y del parque de Bomberos. El automóvil estaba cargado con un depósito de 25 litros de gasolina al que había sido adosado un temporizador.
El vehículo, un Seat modelo Panda de color rojo, perteneciente a una empresa de alquiler de coches, había sido aparcado en la calle de Marbella de la capital balear. Un comerciante dio la alerta por la tarde al observar una conexión extraña en la zona del maletero del coche.
La policía desalojó inmediatamente los edificios turísticos de los alrededores de donde se encontraba aparcado el vehículo hasta un radio de unos 300 metros. Sobre las 19.30 horas intervinieron los equipos de desactivación de explosivos de la Policía (Tedax) que provocaron la explosión controlada.
Al cierre de esta edición ni la policía ni la Delegación del Gobierno habían facilitado información oficial sobre los hechos, aunque fuentes vinculadas a la investigación manifestaron a este diario que tanto la disposición del artefacto como el sistema de activación del mismo eran idénticos a los utilizados para provocar dos explosiones el pasado 30 de julio en la misma ciudad.
En aquella ocasión resultaron heridas dos personas -un álferez del Ejército y el hijo de otro militar-, como consecuencia de la explisión. Estas dos acciones fueron posteriormente reivindicadas por la organización terrorista ETA.
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