Supliendo a "mister Marshal"

La oposición de Japón a apoyar la entrada de la URSS como miembro de pleno derecho del Fondo Monetario Internacional (FMI), la escasa disposición del propio FMI a aumentar la contribuciones de sus miembros para financiar transferencias de capital a la Europa del Este, y, las condiciones que tanto EE UU como la CE anteponen para consolidar el cambio del antiguo bloque comunista han provocado las críticas del gran capital, que empieza a verse a sí mismo como el gran motor para suplir la ausencia de un Plan Marshall que facilite la transición del sistema centralizado al de libre mercado.

Los expertos económicos y financieros consideran que no hay que esperar que el capital necesario para levantar las economías de los países del este de Europa o del Tercer Mundo provenga de las grandes instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional o de las arcas de los países desarrollados. La solución, entienden, hay que buscarla en la inversión privada. Así se pronunciaron la semana pasada en la ciudad alemana de Wolfsburg, sede de Volkswagen, en el marco de la conferencia Europa y el mundo en transformación, organizada por el grupo International Partnership Initiative.Karl Otto Pöhl, el ex presidente del Bundesbank -el banco central alemán- ahora en la banca privada, fue quizás el más radical en su análisis sobre la situación actual. "Lo que falta no es capital, sino oportunidades para invertir". Según el .banquero, "es obvio que la disposición de Estados Unidos a crear un nuevo Plan Marshall para Europa del este y la Unión Soviética es limitada, o prácticamente nula, ya que esto exigiría a la Administración norteamericana una subida de impuestos", algo que, en opinión de Pöhl, supondría un "virtual suicidio" político del presidente George Bush antes de las elecciones de noviembre de 1992.

Japón, dijo Pöhl, tampoco se ha mostrado muy dispuesto en este sentido e incluso se ha negado a apoyar la entrada de la URSS como miembro de pleno derecho del Fondo Monetario Internacional (FMI. Según Pöhl, no hay otra salida que la inversión privada. El ex presidente del Bundesbank recordó que tampoco la banca privada las tiene todas consigo, ya que el recuerdo de los errores cometidos en la década de los setenta con los préstamos a América Latina está aún presente en las mentes de sus directivos.

El papel de la Europa comunitaria fue tratado más a fondo por el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de mercado interior y política industrial, Martin Bangemann. "Reestructurar ciertas industrias concretas no es suficiente", dijo, "hay que transformar sistemas completo?.

La visión más pesimista llegó de la mano de Birgit Breuel, la directora de la Treuhandanstalt, el holding público encargado de privatizar las empresas de la antigua Alemania comunista.

El proceso de cierre de empresas en la ex RDA, dijo, se va a acelerar considerablemente en los próximos meses. La Treuhand, dijo Breuel, ha privatizado hasta la fecha 3.800 empresas, pero sigue sin poder vender otras 6.500, la mayor parte de las cuales son inviables y tendrán que cerrarse. Estas empresas, dijo, dan trabajo actualmente a más de dos millones de personas.