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Los acuerdos bilaterales ponen en peligro el mercado común de Latinoamérica

La política de subsidios estatales, el comienzo del fin del estancamiento económico y las consecuencias que para el futuro mercado común latinoamericano pueden tener los recientes acuerdos bilaterales entre algunos países de la zona centraron ayer la primera jornada del simposio El mercado de América Latina 500 años después, que reúne en Barcelona a los ex presidentes Julio María Sanguinetti (Uruguay), Belisario Betancur (Colombia), Rafael Caldera (Venezuela) y José Sarney (Brasil), y al embajador Jesús Silva-Herzog (México).

Algunos acuerdos bilaterales de reciente constitución entre Chile, México, Venezuela y Colombia constituyen hoy una amenaza latente para los proyectos de integración a nivel continental que persiguen los gobiernos latinoamericanos. La no pertenencia de Chile al mercado del cono sur (Mercosur) pone de manifiesto este hecho, agravado hoy por los "difíciles intentos de rebajar los aranceles entre los países de la zona, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay", señaló Sanguinetti en su intervención."Este grupo de países vive en el proyecto casi utópico de crear en cuatro años un área de libre cambio en la que cada nación irá escogiendo su especialización con el objetivo común de una mayor eficiencia", añadió Sanguinetti. El ex presidente uruguayo señaló que la CE es el principal competidor del Mercosur, por eso "el debate pendiente con la CE sólo es posible en el marco de la Ronda Uruguay".

Los expertos coincidieron ayer en que no es posible alargar la política de subsidio que durante muchas décadas ha protegido la fragilidad de unas economías como las latinoamericanas, agobiadas por el peso de su deuda exterior, yuguladas por enormes problemas sociales y secuestradas "en la periferia de la historia", en palabras de José Sarney. En este sentido, Sanguinetti fue quien con mayor contundencia reclamó un avance en los acuerdos internacionales arancelarios "para evitar una lucha desigual entre tesorerías de países ricos y países pobres a la hora de subsidiar sus economías".

Los ex presidentes coinciden en que México es el primer país en salir de una larga crisis agravada en los años ochenta, la llamada década perdida. Según Sarney, la Iniciativa de las Américas -la creación de una zona de libre comercio Canadá-EE UU-México- aparece como consecuencia de los problemas de fronteras y de expansión justamente en un territorio en el que confluyen el Tercer Mundo y el desarrollado. Una solución pensada desde las necesidades de Norteamérica en una perspectiva de cooperación.

El peso de la deuda

Betancur, Caldera, Sarney y Sanguinetti, que vivieron etapas de transición cruciales para sus países durante los años ochenta, coinciden en que Latinoamérica está superando su estancamiento económico al salir de la dualidad militarismo-populismo o de los enfrentamientos entre regímenes dictatoriales y utopías revolucionarlas, siempre que consiga suavizar el enorme peso que la deuda exterior tiene sobre sus economías.

Sarney recalcó la necesidad de abordar las previsiones con moderación y recordó que la deuda exterior en Latinoamérica sigue siendo una bomba de "explosión retardada".

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