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La CE y los países EFTA liman sus diferencias para la creación de un mercado único

Isabel Ferrer

ENVIADA ESPECIALTras casi dos años de negociaciones, la CE y la EFTA (acuerdo de libre comercio establecido entre Austria, Suiza, Suecia, Noruega, Islandia, Finlandia y Liechtenstein) redujeron ayer la distancia que les separa para crear un espacio económico europeo que englobará a cerca de 400 millones de personas.

El que será el mayor mercado único del mundo, con un 7% de su población y un 40% de su comercio, debe surgir de un compromiso cuyos términos han sido propuestos por la Comisión Europea en torno a tres puntos muy conflictivos: la pesca y el acceso de los pescadores comunitarios a los caladeros de Noruega e Islandia; el tránsito de camiones de carga por territorio alpino a través de Austria y Suiza, y un fondo de solidaridad traducido en unos 260.000 millones de pesetas destinados a los países más pobres de la Comunidad (Irlanda, Portugal, Grecia y España).

Alrededor de la medianoche, Grecia cedió en el capítulo de transportes aceptando que sus camiones atraviesen la zona de los Alpes en los términos dibujados por austríacos y suizos.

Al cierre de esta edición el acuerdo político que posibilitará el gran mercado de 19 países a partir del 1 de enero de 1993 seguía pendiente, sobre todo, en el capítulo pesquero. España se oponía a dejar que Noruega impida de forma permanente las inversiones comunitarias en industrias transformadoras en el sector pesquero. "Ello actúa en contra de la libertad de servicios, una de las libertades propias del mercado único (movimiento de trabajadores, capitales, bienes y servicios)", señaló Carlos Westendorp, secretario español de Estado para Asuntos Europeos.

En este mismo capítulo pesquero la Comisión había presentado a los miembros de la EFTA una propuesta que contempla la obtención de 11.000 toneladas de bacalao, en aguas noruegas y hasta 1997, para España y Portugal. Noruega permitía sólo un total de 8.000 toneladas. Alemania, Francia, Dinamarca y el Reino Unido, países que ya pescan en dicho caladero, podrían ver aumentada su cuota total de capturas de un 2,14% a un 2,8% o incluso un 2,9%.

El fondo de solidaridad le parece por el contrario a España un apoyo sustancial. El mismo contempla la concesión, por parte de la EFTA, de 260.000 millones de pesetas en concepto de créditos blandos. A esta cifra se añaden otros 55.000 millones de pesetas como subvenciones a fondo perdido. España puede recibir 13.000 millones de pesetas anuales durante el quinquenio de vigencia del citado fondo.

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