El deterioro de la cornisa cantábrica
Los síntomas de crisis no son exclusivos, en este momento, de Asturias. El resto de la cornisa cantábrica -País Vasco, Cantabria y Galicia, aunque ésta en menor medida- se encuentran en una situación económica similar. Esta crisis de la cornisa cantábrica se justifica por las carencias infraestructurales, un proceso reindustrializador inacabado y el desplazamiento hacia el área mediterránea de las oportunidades de negocio y de los proyectos económicos más rentables y con más futuro.
La evolución de los datos demográficos y económicos de los últimos anos muestran claramente el paulatino deterioro de la cornisa cantábrica:
- De las seis comunidades autónomas que vieron descender su población entre 1981 y 1991, tres se sitúan en la cornisa (País Vasco, Asturias y Galicia), y otra, en su proximidad (Castilla y León). Por el contrario, el conjunto de las regiones que componen el arco mediterráneo aumentaron su número de habitantes.
- Durante la década de los ochenta, seis comunidades retroceden en su aportación al producto interior bruto (PIB) español: las cuatro situadas en la cornisa cantábrica más Madrid y Cataluña.
- Entre 1985 y 1991 se crearon en España 2,3 millones de empleos, de los que sólo 109.000 (el 4,7%) lo fueron en Asturias, País Vasco, Cantabria y Galicia.
- La inversión extranjera a lo largo de los tres últimos años se concentró en Madrid y Cataluña (72%), mientras que las comunidades cantábricas tan sólo controlan el 4,7% de esa inversión.
- El conjunto de estas comunidades también se caracteriza por las deficientes comunicaciones, quen son insuficientes para soportar una estructura productiva como la que poseen.
- Casos como los de Hunosa o Ensidesa tienen ciertos paralelismos en el País Vasco, Cantabria o Gallcia. En el País Vasco ya han comenzado las movilizaciones sociales en Acenor o en Altos Hornos de Vizcaya. En Cantabria, el foco industrial más problemático se encuentra en Reinosa, con Forjas y Aceros de Reinosa -ahora en Sidenor-, La Farga Casanova o Cenemesa. Por su parte, en Galicia las dificultades giran en torno a Ferrol.
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