Los sindicatos preparan movilizaciones en Galicia, País Vasco y Cantabria, tras la huelga de Asturias

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras están preparando nuevas movilizaciones en el País Vasco, Galicia y Cantabria, que se sumarán a la huelga general de Asturias, convocada para mañana, día 23. Todas esas protestas tienen un denominador común: reclamar la reindustrialización que no se hizo tras la reconversión aplicada en esas zonas. El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, declaraba ayer que el descontento social en la comisa cantábrica, Andalucía y otras zonas de España está más arraigado aún que en la huelga general del 14 de diciembre de 1988. El líder sindical cree que esas movilizaciones regionales "pueden ser más preocupantes para el Gobierno que el 14-D".

Ya se ha fijado un calendario de protestas en el País Vasco y el próximo día 30 de octubre se celebrará una reunión de dirigentes sindicales para estudiar otras acciones en las regiones del norte de España.

Redondo anticipó que su sindicato no va a aceptar que se negocie empresa por empresa el futuro del sector público industrial y exigió que el Ejecutivo participe directamente en unas conversaciones para abordar una solución global.

Peticiones al Gobierno

Esa misma demanda la exponía UGT en una carta que envió al ministro de Industria, Claudio Aranazadi, el 29 de noviembre de 1990 y que todavía no ha merecido respuesta. Redondo leyó ayer en un encuentro con la Prensa parte de esa carta y en concreto el párrafo donde se dice que "la empresa pública española está en situación de Jugar un papel fundamental en la renovación y adecuación de la industria a las nuevas necesidades, en la apertura y consolidación de mercados exteriores".Tampoco ha obtenido respuesta una carta similar enviada -el 5 de febrero de 1990- al presidente del Gobierno, Felipe González, por el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez. El líder de Comisiones manifestaba la necesidad de afrontar el futuro de la política industrial, debido a las medidas que se estaban preparando en distintos sectores, entre ellos, el textil, la minería, automoción, bienes de equipo, naval, siderurgia, químicas, hostelería y defensa.

El origen de las movilizaciones en marcha, según el máximo dirigente de UGT, es un problema de falta de alternativas para los trabajadores de las empresas públicas. "No es un problema del INI o de Solchaga", afirmó, "sino del propio ejecutivo y la solución no está en la economía de mercado". Su opinión es que se han incumplido claramente los acuerdos del año 1984 sobre la reconversión industrial "ya que no se ha creado un tejido industrial que proporcione puestos de trabajo alternativos". Redondo descarta que la huelga general de Asturias sea un intento de generalizar la conflictividad y prevé que no haya grandes problemas "porque la gente es bastante moderada".

La patronal CEOE cree que esas movilizaciones y en concreto la huelga general de Asturias no es un conflicto laboral. Su vicepresidente, Arturo Gil, declaraba ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados que está "al margen de los factores de una intrínseca huelga laboral y tiene más componente político y de espectáculo que de una huelga propiamente".