El parlamento de Cuba será elegido por voto directo

El congreso del Partido Comunista Cubano, reunido desde el pasado jueves en Santiago de Cuba, aprobó ayer la reforma más importante presentada hasta ahora a debate. Esta consiste en introducir el voto directo de los ciudadanos para la Asamblea General del Poder Popular, que es, en suma, la Cámara legislativa del modelo comunista, lo que obligará a cambiar la Constitución. La propuesta de reforma electoral la realizó el actual secretario del comité central, Carlos Aldana, a quien se considera la persona con mayor influencia ideológica dentro de la estructura del partido cubano después de Fidel Castro.

Esta modificación permitirá a los ciudadanos elegir directamente a sus representantes parlamentarios, siempre dentro del partido único, y acaba con un modelo desfasado que limitaba el voto directo exclusivamente a los comités municipales. A medida que avanzan las sesiones de trabajo se perfilan más claramente quiénes han sido los dos hombres más proclives a hacer reformas en el partido en el periodo congresual. El citado Carlos Aldana y el actual primer secretario de la Unión de Juventudes Socialistas, Roberto Robaina, que han asumido un importante protagonismo en el debate que reúne en Santiago a 1.800 representantes comunistas de la isla.Otra de las personas que, para sorpresa de los observadores, alcanzó el sábado gran protagonismo también en los debates fue el segundo secretario del partido, y responsable de las Fuerzas Armadas, Raúl Castro, hermano menor del líder cubano, cuya ausencia en la sesión inaugural fue justificada por los organizadores del congreso en que se encontraba cumpliendo una misión especial relacionada con la defensa y seguridad del país. Raúl Castro presentó el informe por el cual se renovará el número de integrantes del comité central. A Robaina, de 35 años y profesor de matemáticas, le tocó plantear las deliberaciones respecto a aspectos concretos sobre la economía del país, la sociedad y las orientaciones políticas nacionales.

Los errores revolucionarios

El congreso reconoció errores en la aplicación del sistema de dirección y aplicación de la economía, lo que se consideró una mala copia aplicada a Cuba de otros modelos socialistas actualmente fenecidos. La resolución asevera claramente que el traslado a Cuba de este tipo de modelos constituyó "un error político, fue incompleto y evidenció incapacidad para administrar con eficacia la economía, superar el subdesarrollo y sostener el crecimiento cualitativo que demandaba la revolución".En suma, la resolución conducida por Robaina llega a la conclusión de que el programa aprobado en el tercer congreso, en 1986, y, que se inspiró en la necesidad de un proceso de rectificación -la antítesis de la perestroika que en esos tiempos comenzaba a modificar el ortodoxo modelo soviético- "no se ajusta a la realidad actual", porque es necesario "conformar un nuevo modelo de vida socialista .y las tendencias que deben caracterizarle" .

En este sentido explica que "en lugar del trabajo creador y pacífico al que estamos consagrados, nuestro pueblo entregará todas sus, fuerzas, su talento y su voluntad a hacerle la vida imposible al enemigo e impedir a toda costa establecer su orden imperial". Y añade: "La justeza y el humanismo de nuestra sociedad revolucionaria y de la concepción cubana de socialismo permitirán al país enfrentar las admitirán al país enfrentar las adversidades, resistir y salir victorioso en un clima de equidad, hermandad y solidaridad. Ni un solo hombre o mujer, ni un solo niño o anciano quedará nunca abandonado".

La autocrítica y los debates de 1986 resultaron precavidos y cautos en comparación con el debate que se produjo acerca de lo que el congreso denominó "indisciplinas sociales y actividades delictivas" en la sociedad cubana, en referencia directa al creciente mercado negro, la malversación de fondos, el desvío de recursos, el pillaje y la prostitución. Fidel Castro, que toma la palabra en todos los debates, dijo que estos problemas que están debilitanto a la economía son resultado de la debilidad, la intolerancia y la negligencia, por lo que reclamó al partido que inicie una dura batalla contra Ias manifestaciones antisociales".

El debate procuró fuertes controversias, desde delegados que exigían en público mano dura contra los que violan la ley a otros que defendían un análisis del fenómeno antes de aprobar medidas represivas.

Castro, en una de sus muchas intervenciones en este congreso, dijo que debía quedar claro que no existe la más remota intención ni la idea de rebajar la autoridad al partido, en referencia a las reformas de tipo político y económico que se vienen introduciendo desde el jueves en este congreso, y reclamó, tras mostrarse contrario a los regímenes presidencialistas, una mayor fortaleza en la autoridad del partido y su influencia en la sociedad.

En la propuesta de nuevos miembros al comité central del PC, Raúl Castro, señaló que el número de nuevas incorporaciones al organismo será de 126, lo cual quiere decir en realidad que más de la mitad del actual comité central será renovado.

"Es nuestra responsabilidad hacer sitio, en forma gradual y sistemática, a los méritos de la nueva generación", dijo el dirigente. El congreso aprobó un nuevo borrador de programa del partido, que, entre otras cosas, define al sistema de defensa nacional, como una estrategia de movilización de masas calificada de "guerra de todo el pueblo" contra un posible ataque del "imperialismo".