Corcuera opina que las críticas provienen de "intelectuales" poco rigurosos.

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, manifestó ayer que gran parte de las críticas vertidas contra el proyecto de ley de Seguridad Ciudadana provienen de "intelectuales" que hacen "afirmaciones poco rigurosas y que no tienen nada que ver con la realidad".Corcuera afirmó en los pasillos del Congreso, donde hoy comienza el debate de la ley, que hay "muy poco conocimiento de muchos que aparentemente parece que tienen muchos conocimientos. ¿Cómo es posible decir que en España se va hacia un modelo policial cuando hacemos lo mismo que en Francia, Estados Unidos, Inglaterra o Alemania?". "Hay mucho intelectual en este país", sentenció.

Apoyo de Benegas

El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, aseguraba ayer que "el partido apoya la necesidad de la ley y el Grupo Socialista se esforzará para tener una actitud dialogante con el resto de las fuerzas políticas".

Benegas unió la tramitación de esta ley con los acontecimientos de la calle para señalar que "nadie se puede tomar la justicia por su mano, por lo que el PSOE rechaza esas actitudes y a quienes apoyan los linchamientos".

Txiki Benegas justificó la necesidad de cambios legales por la propia opinión que les transmite la policía: "La policía nos dice que una misma persona detenida tres veces en una semana es puesta en libertad otras tantas veces". Al ser preguntado sobre si estaba criticando a los jueces, precisó que se refería "a casos aislados".

El ministro del Interior ha promovido en la última semana una intensa ofensiva para vender las bondades del proyecto de ley de Seguridad Ciudadana, profusamento criticado.

El anteproyecto de ley fue descalificado por en diciembre de 1990 por el Consejo del Poder Judicial, que pidió por unanimidad la sustitución de los artículos que según su propio informe recortaban los derechos constitucionales. A tales críticas se sumaron las de las asociaciones de jueces y fiscales.

En los últimos días, el ministro ha prodigado los encuentros con la prensa y ha reiterado su mensaje: la constitucionalidad de detener a un ciudadano hasta que sea identificado y de entrar en domicilios donde se esté cometiendo un delito. El ministro dice que no entiende por qué tales preceptos, que asegura que están a disposición de los agentes en toda Europa, "no se pueden poner a disposición de la policía española". "Para que la policía funcione con mayor eficacia es imprescindible dotarla de instrumentos adecuados, y no es posible combatir la droga en los domicilios si no se dispone del artículo 21".