El tólar, nueva unidad monetaria de Eslovenia

V. SCHNITZER ENVIADA ESPECIAL Tólar es el nombre de la nueva unidad monetaria de Eslovenia, desde hace dos días independiente de Yugoslavia. El Parlamento discutió largamente entre tres nombres para la nueva moneda, decidiéndose por tólar, forma popular de llamar al antiguo táler usado durante la monarquía austrohúngara.

El tólar entrará en circulación dentro de medio año y ayer los bancos en Eslovenia mantuvieron cerradas sus puertas al público mientras iniciaban el complejo proceso de cambiar los dinares yugoslavos, que ahora son ya moneda extranjera, por unos bonos nacionales recién impresos, que harán de moneda de transición.

La economía es el principal desafío al que se enfrenta el nuevo país en su salto a la independencia. Eslovenia era, entre las seis repúblicas yugoslavas, la más próspera y representaba un 30% de las exportaciones de todo el país, a pesar de que los eslovenos sólo eran un 8% de la población total. Aquí viven unos 300.000 trabajadores de las repúblicas yugoslavas del sur, catalogados ahora como extranjeros. La cifra oficial de paro es de un 9% y se espera que se duplique en los próximos meses con las privatizaciones de las grandes empresas, que se iniciarán próximamente y para las que aún no hay acuerdo parlamentario.

Cambiar los símbolos

El aparato burocrático trabaja a toda máquina en Liubliana cambiando los símbolos del antiguo sistema por el recién adoptado, como matrículas de coches, pasaportes, cambios de nombres de calles, modificación de textos escolares y nuevos sellos, entre los principales cambios.

Sin embargo, el Parlamento sigue funcionando con la antigua Constitución comunista de 1974, a la que se han agregado 100 enmiendas o correcciones en los últimos dos años. Aún no se ha logrado un acuerdo entre la coalición gubernamental Demos -formada por seis partidos de centro derecha, con un 55% de los escaños- y los tres partidos de la oposición. Para instaurar la nueva carta magna se necesitan tres cuartas partes de la mayoría.

En medios gubernamentales se trata de guardar la postura y la calma para no demostrar la desilusión evidente por no haber logrado reconocimiento diplomático internacional en los primeros momentos, y en particular de EE UU, país del que no esperan ni créditos financieros ni reconocimiento oficial.

[Los responsables de protección civil de Eslovenia pidieron ayer al gobierno de Carintia (Estado federado al sur de Austria), la acogida inmediata de 2.000 refugiados croatas, informa Efe].