Más de 20.000 aspirantes a MIR se examinan para cubrir 4.000 plazas de especialización

Minutos después de las cuatro de la tarde de ayer, 20.062 médicos, farmacéuticos, químicos y biólogos se enfrentaron en 24 ciudades españolas al examen conocido como MIR (médicos internos y residentes), que les abrirá la puerta de la especialización. Los aspirantes -118.126 médicos, 1.230 farmacéuticos, 141 químicos y 621 biólogos- cubrirán tan sólo 4.081 plazas, 354 más que en la convocatoria de] año pasado. Antes de pasar cuatro horas y media de la tarde de un sábado enfrentándose a 250 preguntas tipo test -"muchas son trampas, datos irrelevantes o chorradas" decían algunos- se quejaban de la escasez de plazas para especializarse, casi la única clave para su futuro.

"Ricardo, cuéntame lo de la mortalidad perinatal". Pero Ricardo repasaba las proteínas de la leche materna en una ficha y chupaba una pastilla de glucosa para auxiliar a su cerebro. 175 médicos casi recién salidos del horno -mucho muchacho serio de camisa a rayas y chica de melena cuidada- esperaban entrar en el aula 26 de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Abanicaban sus nervios con el carné de identidad y se despedían con un "¡suerte!".Suerte para jugarse varios meses de estudio, en el peor de los casos, en cuatro horas y media, y 250 preguntas de test decididas por un doctor anónimo entre unas 1.700 cuestiones rernitidas desde varios hospitales, con la única ayuda del expediente académico. Dentro del aula, los cuestionarlos habían llegado en un furgón de una empresa de seguridad, la novedad de este año.

Si están entre los primeros, podrán optar a una plaza, es decir, un sueldo base de unas 100.000 pesetas durante los tres a cinco años que dura la especialización y una llave para encontrar trabajo en el futuro. 0 una plaza en una escuela, sin cobrar. Si no obtienen buen número., volverán a hincar los codos y a sustituir durante los meses de verano a un médico de ambulatorio, a cubrir una plaza interina o a subemplearse. "Es horrible, si no apruebas el MIR, no puedes encontrar trabajo", comentaba Francisca, de 25 años, que acudía por segunda vez. "En las ofertas de empleo sólo quieren especialistas y tienes que pasar por el aro", apuntaba Antonio, que aspira a curar deportistas.

El examen, criticadísimo. Eso sí, justo, "somos todos iguales", decían; pero preferían más plazas, -"si hay tantas listas de espera, ¿por qué no se forman más médicos y se construyen más hospitales? reflexionaba una aspirante-, un programa para el examen o una prueba distinta para cada especialidad.

Amenazado

El examen está presuntamente amenazado por un recurso presentado ante la Audiencia Nacional por la Coordinadora de la Especialidad Médica Extrahospitalaria, integrada por los 750 alumnos de las dos promociones anteriores que eligieron especialisdades como Medicina Legal, Estomatología, o Medicina del Deporte, que se cursan en escuelas de formación y -que no reciben remuneración, según publicaba ayer El Mundo.Tal coordinadora indicó que existe una directiva de la CE que establece la remuneración de estas especialidades, informaba elrotativo. Fuentes del Ministerio de Sanidad apuntaban ayer que no tenían conocimiento del recurso y que las especialidades extrahospitalarias, como se cursan en España, no están incluidas en esta directiva.

No faltó la anécdota: una ciega y un adventista se examinaron en el Ministerio de Sanidad. La muchacha recibió un cuestionario en braille y más tiempo. El comenzó su examen a las 18.47, cuando se puso el sol. Su religión le impedía hacer ningún trabajo los sábados antes de esa hora.

Mientras España se tomaba sus primeras copas, rostros cansados surgían de las aulas con el canutillo amarillo y blanco del cuestionario. "Se han pasado con la Estadística", comentaban. "Y con la Psiquiatría", decía Antonio, "pero vamos, cómo me pueden preguntar lo que es un cistrón, si la bloquímica la estudié hace siete años". Ricardo, contento de su examen, se marchó a por un quitapenas (vino dulce) y Antonio se largó a alimentar sus "células de Purkinje" [variedad celular cerebral] con unas cañas.