Aznar advierte que acudirá al juicio de la construcción para pedir explicaciones

El presidente nacional del Partido Popular (PP), José María Aznar, denunció ayer como una manipulación política "escandalosa e intolerable" la solicitud de la Sala de lo Penal de la Audiencia Provinciall de Burgos de que preste testimonio en el denominado juicio de la construcción. El máximo dirigente del PP anunció que testificará en persona ante el tribunal para "`pedir explicaciones" y destapar "algunas manipulaciones inadmisibles" atribuidas por su partido al PSOE.

En la clausura de la Intermunicipal del PP -reunión de alcaldes y concejales del partido-, Aznar afirmó, sin llegar a citar expresamente al PSOE, que "hay ocasiones en las que la dureza de la vida política enseña su rostro más amargo; el rostro de la vileza, de la calumnia o de la manipulación".Aznar consideró ayer injust icado que se le pida su intervención con el argumento de intentar aclarar una contradictoria exposición hecha ante el tribunal por un testigo, José Luis Montes, ex presidente de la Diputación provincial de Burgos. La rectificación del tribunal, que el pasado miércoles aceptó la petición de la acusación particular de que comparezca Aznar cuando había rechazado la misma solicitud el pasado 9 de septiembre, está precisamente relacionada con esa contradicción de Montes. Éste se desdijo de lo que afirmó en 1988 acerca de que el constructor Antonio Méndez Pozo, acusado en la causa y con quien Aznar mantuvo alguna relación, era el que convocaba reuniones y mostraba en ellas el mayor interés para resolver las diferencias de los representantes de Alianza Popular y Solución Independiente, grupo entonces encabezado por el alcalde burgalés José María Peña, también encausado.

El presidente nacional del PP hizo ayer una interpretación totalmente política de la solicitud de que testifique. En declaraciones a la cadena SER, afirmó que "esto es una manipulación política intolerable" y anunció que acudirá personalmente ante el tribunal, en vez de responder por escrito. Con una perceptible indignación, Aznar precisó que no se le ha pedido que preste declaración, sino "una aclaración sobre la declaración de un testigo", lo que en su opinión constituye una "manipulación política absolutamente inadmisible e intolerable". En consecuencia, ahora es él, advirtió, quien exige poder "hablar con toda claridad en el juicio y destapar ya definitivamente algunas manipulaciones que son de todo punto inadmisibles".

Con la misma beligerancia, el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos aprovechó una rueda de prensa en el Congreso para afirmar que "detrás de la acusación particular está el poder socialista".

Diferencias cronológicas

El PP señaló que los hechos juzgados en Burgos, en los que se encuentra inculpado el alcalde de la ciudad José María Peña (PP), ocurrieron entre 1981 y 1986 mientras que Aznar fue elegido presidente de Castilla y León en 1987. "Si el último de los hechos juzgados sucedió en el año 1986 resulta incomprensible, y por ello inadmisible, que alguien pueda relacionarlo con el período de mandato de José María Aznar en Castilla y León, salvo que lo que se proponga no sea el esclarecimiento de los hechos sino una descarada manipulación política", dice la nota del PP.Álvarez Cascos no supo contestar en su conferencia de prensa en virtud de qué concepto procesal podrá José María Aznar "pedir explicaciones ante el tribunal", si bien matizó al hilo de las preguntas de los periodistas que Aznar intentará defenderse por todos los medios de lo que considera una maniobra de desprestigio. El propio presidente del PP arguyó en RNE que los intentos de desprestigio de los dirigentes populares se producen siempre cuando el partido tiene buenas pers ectivas electorales.

Mvarez Cascos sostuvo que el poder socialista desborda lo institucional y le atribuyó el propósito de "poner a funcionar el ventilador de la basura para que parezca que todos los políticos de este país son iguales".