La cultura del automóvil
"Los españoles son conductores recientes y de cultura automovilística inferior a lo deseable". Con esta rotundidad enfoca la comisión del Senado la actitud de los ciudadanos españoles cuando se sitúan al frente de un vehículo. Pese a que contamos con un "índice de motorización todavía bajo en comparación con la media de la CE", los índices de siniestralidad resultan para los senadores alarmantes.Aunque la comisión no lo señale entre las conclusiones de la cifras que maneja, lo cierto es que los españoles se matan proporcionalmente mucho menos ahora que hace 30 años, lo cual no disminuye la pavorosa gravedad del problema. En 1960, sobre un parque automovilístico de 1.005.013 vehículos se produjeron 1.760 muertos en accidentes de tráfico. En el año 1989, sobre un parque de 14.870.484, es decir 14,79 veces mayor, se produjeron. 7.188 muertos, lo cual significa que se cuadruplicaron las víctimas mortales. El incremento neto en 1989 sobre el año 1960 del número de accidentes con víctimas mortales significa un 408%.
La comisión entiende que es necesario acelerar la adquisición de una adecuada cultura del uso del automóvil y dice cómo es imprescindible llevar a la conciencia de los ciudadanos el peligro de conducir bajo el efecto del alcohol ya que, en opinión de los técnicos que ha escuchado el Senado, "tal vez afecte a un 50% de los accidentes con resultado de muerte".
En contra de lo que pudiera suponerse, la comisión no ha encontrado un criterio sobre la "bondad de la limitación de la velocidad como causa de reducción importante de la siniestralidad". Señala que aquellos países que tienen limitaciones establecidas y cuyo cumplimiento se vigila rigurosamente, como es el caso de Estados Unidos, han conseguido "espectaculares descensos de accidentes de un año para otro", por lo cual la comisión considera conveniente mantener las limitaciones de velocidad.
Menor velocidad
Resulta llamativo que la comisión señale cómo en el mercado existen vehículos que "duplican e incluso sobrepasan el duplo de la velocidad permitida" y ello lo consideran "una incoherencia" en un país, con limitaciones de velocidad establecidas, por lo que, dice la comisión, "cabría pensar la conveniencia de reducir la velocidad máxima a alcanzar" por los vehículos.También se fija la atención en la existencia "de vehículos de poco peso y elevada cilindrada, consumidos en gran medida por el sector más jóven de los conductores y que ,presentan un índice de peligrosidad altísimo cuando se conducen a velocidades excesivás". Lo mismo señala dé las motos "de altísima cilindrada" y recuerda que algunos países como Japón está prohibida su circulación.
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