Los toros, desde el balcón
La plaza Mayor de Chinchón volvió a transformarse en coso taurino, en una de las seis novilladas que se celebran al año en esta localidad. Ayer, el rejoneador Javier Mayoral y los novilleros Obdulio Pérez y Javier Ortega lidiaron cinco novillos presentados por las ganaderías de El Raso de Portillo y Las Infantas de Gabriel García, de Aranjuez. El festejo, que forma parte del programa de fiestas de la Virgen del Rosario, congregó a unas 4.000 personas, informa Francisca Hernández. Teresa de Jesús, concejal de Cultura, reconoció que "en Chinchón no se puede hacer una fiesta sin pensar en los toros". La plaza Mayor, declarada monumento nacional, ha sido rehabilitada recientemente por la Consejería de Cultura de la Comunidad. La corrida celebrada ayer es la penúltima del año, puesto que el próximo 12 de octubre se desarrollará el tradicional festival taurino a beneficio de la residencia de ancianos.
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