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Rídley Scott convertirá a Colón en un personaje contemporáneo

El director comenzará a rodar en noviembre su versión del Descubrimiento de América

Andrés Fernández Rubio

La gran preocupación del director de cine británico Ridley Scott ante la película sobre Colón que comenzará a rodar a finales de noviembre, probablemente en Salamanca, es que el público no tenga la sensación de ver una obra histórica, "sino que se introduzca en ella como si fuera contemporánea". Scott viaja estos días por España para fijar las localizaciones principales (Trujillo, Cáceres y Salamanca). Un equipo de franceses, españoles y británicos convertirán este proyecto de 40 millones de dólares (4.200 millones de pesetas), interpretado por Gérard Depardieu, en "un redescubrimiento de América por parte de Europa a través de una producción independiente", según el productor francés Alain Goldman.

El director Ridley Scott; los productores francés y español de la película Christopher Columbus, Goldman y, Pere Fages, y la guionista, la francesa Rosalyne Bosch, estuvieron ayer en Madrid, en la Filmoteca Española, con motivo de la retrospectiva que este organismo dedica al autor de Blade Runner y Thelma y Louise.

Scott, un pelirrojo de Newcastle cuya incursión en la industria norteamericana no le ha hecho perder unos modos de laconismo e ironía típicamente británicos, dijo conocer el otro proyecto en marcha sobre Colón, el que aparentemente firmará George Pan Cosmatos, director de Rambo, producido por Alexander e llya Salkind. Este Colón estilo Rambo es apoyado por el V Centenario, mientras que el europeo está auspiciado por el Ministerio de Cultura, que ayer anunció que le concederá una ayuda excepcional, sin precisar la cantidad. Ridley Scott dijo: "He visto a Alexander Salkind una hora y media en toda mi vida, hace ahora tres años, y, en seguida nos percatamos de que éramos personas muy distintas que difícilmente podríamos llegar a un acuerdo para rodar una película. Nuestros proyectos se separaron desde el primer momento".

Respecto al reparto, el cineasta sólo dio el nombre de Depardieu. Añadió que no hay nada en firme sobre Carmen Maura y Antonio Banderas, aunque, muy educado, apostilló: "Son dos buenos actores y me gustaría trabajar con ellos".

El cuento de Rushdie

"No va a haber nada de eso", advirtió Scott al recordársele un cuento reciente de Salman Rushdie en el que Colón acaricia los pechos de la reina Isabel la Católica. "Mi película se centra más sobre Isabel que sobre Fernando. Los hechos están fijados históricamente, pero la guionista tenía que rellenar los huecos y leer entre líneas. Por ejemplo, el que Isabel permitiese a Colón volver a las Indias en un momento político muy difícil indica que entre ellos debió establecerse tina relación comprensiva y respetuosa. El respeto y conocimiento humanos es un elemento clave para marcar el tono de sus relaciones".

La mayor dificultad para el director consistirá en desarrollar con fluidez los espacios entre los hechos "transmitiendo una realidad y una mentalidad", dice. Tras el trabajo documental y guionístico, su idea de Colón es la de un hombre "que se regía por un impulso muy poderoso, con rasgos grandilocuentes y volubles en un primer momento, y más reflexivo y filosófico con el tiempo".

Avivar la polémica

Lo más polémico cree que surgirá en la película "a partir del reconocimiento de la creación de una nueva colonia; los triunfos, las decepciones y los enfrentamientos de Colón con la Administración, la Corona y la aristocracia, siempre ciñéndonos lo más posible a la historia tal como fue. Soy consciente de que en muchos países se avivará la polémica en torno al almirante, pero también creo que la principal dificultad en su caracterización es transmitir las tremendas dificultades que atravesó para sacar adelante un proyecto que, pese a todo lo que se diga, sigue siendo enorme".

En opinión de la guionista Rosalyne Bosch lo más destacable de Colón es que "no aceptaba los límites, ni los geográficos ni los sociales y políticos. Esta sería la moraleja, si es que tiene que haber alguna".

La película se filmará en inglés y está previsto que se complete en agosto de 1992, tras cinco meses de preparación, 17 semanas de rodaje y casi seis de posproducción. El argumento abarca 23 años de la vida de Colón, el 55% del trabajo se hará en España y el resto en Costa Rica, un país que ofrece los elementos necesarios, asegura Scott, para ambientar todos los viajes. España participa con ocho millones de dólares (840 millones de pesetas) en el presupuesto global de 40, cuya parte más importante se ha conseguido ya con las ventas internacionales, informó Pere Fages. La película basará su distribución en empresas independientes, dijo Alain Goldman, que citó a Paramount en Estados Unidos, Gaumont en Francia y Lauren en España.

Ridley Scott aseguró que no encuentra un hilo conductor en su filmografía, de Alien a Blade Runner, Thelma y Louise o Colón: "en sus diferencias está la respuesta para cualquier creador que trate de buscar siempre temas nuevos a los que aproximarse". Su último trabajo, Thelma y Louise, interpretada por Susan Sarandon y Geena Davis, que se estrenará en España en octubre, cuenta la historia de dos mujeres que cumplen con su escapada vengándose de los hombres. "Es claramente una película feminista", dice Scott. "Mucha gente se ha extrañado de que un hombre dirija una cosa así, puede ser que me reconozca en ciertos rasgos de algunos de los personajes masculinos de la historia. No me propuse rodar una película de carretera; me interesaba el substrato feminista y la inteligencia cómica del guión".

La mayor frustración de Scott es haber podido rodar sólo ocho películas en sus 13 años de carrera. "Cualquier director", dice, "tal como está el mundo y el mercado, debe convertir su siguiente proyecto en la película de su vida". El hecho de que algunos de sus títulos se sitúen en el pasado y en el futuro se debe a que "son plataformas abiertas a la imaginación, sin referencias reales. Procedo del campo del diseño y esto me permite presentar una expresividad pictórica cuya investigación acaba siendo parecida en el pasado y en el futuro".

La expresividad futurista ha convertido una de sus películas, Blade Runner, en uno de los iconos culturales de los ochenta. "Una película es lo que es cuando se termina. Y cuando acabé Blade Runner lo que sentí fue confusión, tales fueron los palos de la prensa americana, no tanto por la historia como por la mirada desoladora con la que yo presentaba el mundo y el ambiente. Me basé en lo que observaba en la ciudad de Nueva York. Si se toma esta ciudad tal como se ve y se proyecta al futuro, creo que eso es lo que sucederá".

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