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La UEO debatirá el jueves en La Haya enviar a Yugoslavia una fuerza pacificadora armada

Isabel Ferrer

Hans van den Brock, ministro holandés de Asuntos Exteriores y presidente de turno de la Comunidad Europea, convocó ayer una reunión urgente de la Unión Europea Occidental (UEO), a celebrar el próximo jueves en La Haya, en la que se debe decidir sobre el envío a Yugoslavia de una fuerza armada de paz. La convocatoria fue inmediatamente aceptada. Alemania, presidente de turno de la organización, así lo comunicó a media tarde. Previamente, los ministros de Asuntos Exteriores de los Doce discutirán en la misma ciudad sobre la crítica situación en el país balcánico.

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La jornada de contactos diplomáticos se completará ese día con una sesión plenaria de la conferencia de paz que preside el británico lord Carrington, que llegó ayer a Yugoslavia, sin que su presencia hiciera disminuir un ápice la intensidad de los combates en Croacia.Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, dijo ayer que la alternativa de una fuerza militar de interposición había sido ya estudiada en varias ocasiones por la CE. Fernández Ordóñez señaló con énfasis que "es necesario que la CE hable con una sola voz" ante el problema yugoslavo, haciendo una velada crítica a la disparidad de criterios en la CE en torno a ella. Según el ministro español, esa alternativa debería cumplir tres condiciones: el consenso de todos los países de la UEO, la aceptación por parte de las fuerzas del conflicto, y garantías a las tropas encargadas de cumplir la misión.

Fernández Ordóñez señaló que la función de una eventual fuerza de estas características sería de "mantenimiento de la paz" y no de "imposición de la paz", y que, por lo tanto, no tendría capacidad coercitiva.

El ministro de Exteriores serbio, Vladmir Jovanovic, rechazó ayer la posibilidad de la presencia de una fuerza de paz europea. También lo hizo el ministro de Defensa de Croacia, Luka Bebic.

Entretanto, ayer, el diplomático británico lord Carrington, presidente de la Conferencia Europea sobre la Paz en Yugoslavia, arribó Dubrovnik, en la costa dálmata, para reunirse con el ministro de exteriores Yugoslavo, Budimir Loncar, informa Mirjana Tomic desde Belgrado. Carrington debe informar el jueves a los 12 de la evolución de la situación en el país. Carrington solicitó a su llegada "colaboración" de serbios y croatas en el esfuerzo de paz.

La convocatoria holandesa se adoptó pocas horas después de que Van den Broek sostuviera una tensa conversación con su homólogo croata, Separovic, sobre el papel desempeñado por dicha república en el aumento de la violencia registrada en la zona en las últimas semanas. La actitud del ministro holandés indignó al ministro de Exteriores croata, que calificó la conferencia de paz de inútil y demasiado vaga en sus planteamientos, "cuando debería hablarse de guerra y paz".

Van den Broek hizo, por su parte, responsable a Croacia del aumento de la violencia en dicha república, "al cerrar el oleoducto que suministra petróleo a Belgrado y al haber cercado los cuarteles del Ejército federal yugoslavo en la zona, cortando así el suministre) de agua y electricidad", según afirmaron sus portavoces.

Durante su conversación, el ministro holandés dijo además claramente a Separovic que Zagreb no responde con suficiente interés a las propuestas para separar a los contendientes efectuadas por Henri Wijnaendts, embajador de Holanda en París y enviado especial de la CE en Yugoslavia. Según señaló luego el propio Van den Broek, sus palabras trataban de reflejar que a estas alturas el conflicto yugoslavo es responsabilidad de todas las partes involucradas, y Croacia no escapa a ello.

Entretanto continuaban ayer los trabajos de la conferencia de paz, dividida ahora en dos grupos de expertos en temas constitucionales y de derechos humanos, que están coordinados, respectivamente, por el español Nuño Aguirre de Cárcer y el holandés Carl Barkman. "El envío a Yugoslavia de una fuerza de paz ligeramente armada, a la manera de los cascos azules de las Naciones Unidas, es una posibilidad con la que ya contábamos tanto los países de la Comunidad Europea como los nueve miembros de la Unión Europea Occidental, UEO [todos los comunitarios, excepto Grecia, Irlanda y Dinamarca]. No se trata de una propuesta poco meditada ni precipitada", señaló anoche Van den Broek.

Según el diplomático, actual presidente de turno de la CE, los 200 observadores internacionales civiles destacados ahora en Yugoslavia "apenas pueden hacer otra cosa que protegerse en los refugios antiaéreos cuando senan las alarmas anunciando un posible bombardeo".

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