SOS desesperado de los croatas a las naciones de Europa
HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL,El Gobierno croata lanzó ayer un desesperado llamamiento a Europa para que intervenga en Yugoslavia y ponga fin a la nueva ofensiva de la guerrilla serbia y el Ejército federal, que alcanzó ayer su cota más violenta de los dos últimos meses con un saldo de 16 muertos sólo el pasado martes. A tres días del comienzo de la conferencia de paz para Yugoslavia, el Ejército federal y la guerrilla serbia mantienen la ofensiva.
La escalada serbia se extendió a lo largo de todo el frente desde Osijek, Jurito a la frontera croata con Hungría, hasta Zadar, en la costa adriática. El Ejército ya no intentó justificar sus ataques con supuestas agresiones previas a sus fuerzas por parte de la Guardía Nacional croata. Bombardeos masivos de centros urbanos croatas por parte de la guerrilla serbia, coordinados con avances de los carros de combate del ejército federal, tenían ayer el evidente objetivo de capturar el mayor territorio croata posible antes del comienzo de la conferencia en La Haya, el sábado, en caso de que ésta llegue a celebrarse.La república de Croacia quedó ayer partida en dos, con un ataque en tenaza de carros de combate federales llegados de Bjelovar, en el norte, y de Banja Luka, en el sur, a la autopista antes llamada de la amistad y fraternidad, entre Zagreb y Be1grado. El Ejército y la guerrilla, que habían comenzado a disparar sobre vehículos que circulaban por la misma a las siete de la mañana, lograron así poco después aislar toda Eslavonía occidental del centro y la capital de Croacia. Junto a la autopista, en Okucani y Novi Gradiska, se produjeron fuertes combates.
La desesperación del Gobierno y la población croata era ayer absoluta, dada la indefensión de sus fuerzas ante la masiva intervención del Ejército, con carros y artillería pesada. La negativa de Europa a reconocer a Eslovenia y Croacia y el embargo de armas impuesto a Yugoslavia tras el comienzo de la crisis han dejado a Croacia virtualmente desarmada frente a un fuerte ejército que comparte sus armas y sus objetivos ya abiertamente con la guerrilla serbia. EL PAÍS comprobó ayer cerca de Okucani la mezcla de decisión y de pánico que embargaba a la Guardia Nacional cuando, armada con kaláshnlkov y escopetas de caza, se disponía a enfrentarse a los carros de combate y blindados del Ejército.
Grito de ayuda
El ministro croata de Asuntos Exteriores, Zvonimir Separovic, pidió ayer a la prensa en Zagreb que transmitiera "este grito de ayuda al mundo, que parece no comprender que está en juego la existencia misma de nuestra gente. Queremos que Europa demuestre que no son necesarios cien mil muertos para entender lo que está pasando aquí". Separovic pidió una vez más el reconocimiento internacional para que las fuerzas de la ONU puedan intervenir en Yugoslavia, ante la inexistencia de una fuerza militar de intervención europea.
Una cincuentena de observadores llegados a Zagreb ayer dejaron claro que no tienen la mínima intención de acudir a los puntos donde se está combatiendo. La ofensiva generalizada del Ejército confirma definitivamente que sus mandos se oponen al alto el fuego de los acuerdos (le paz firmados en Belgrado el lunes pasado y que fueron impuestos a Serbia por una presión internacional masiva.
En la república de Bosnia la tensión existente entre serbios y musulmanes aumentó notablemente tras la muerte, la noche del martes, de dos musulmanes en la entrada de la población serbla de Kravica, controlada por civiles armados. Las víctimas viajaban en un automóbil junto a otras dos personas, que resultaron heridas. En los últimos días se han multiplicado los incidentes en Bosnia, poblada por serbios, croatas y musulmanes.
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