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Consecuencias económicas de los cambios en la URSS

La Comunidad estima en 325.000 millones de pesetas las ayudas a Letonia, Estonia y Lituania

Enric González

La defunción del imperio soviético amenaza con devorar los recursos de la menguante tesorería de la Comunidad Europea. Aún se trabaja en el caro y complejo paquete de ayuda económica para los países ex comunistas centroeuropeos cuando, de la noche a la mañana, han aparecido tres nuevos Estados en Europa, imperiosamente necesitados de dinero y asesoramiento. Estonia, Letonia y Lituania requieren de la CE al menos 3.000 millones de dólares (unos 325.000 millones de pesetas) en dos años, según los cálculos de Henning Christophersen, comisario para Asuntos Financieros.

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Christophersen tiene casi terminado un informe sobre las necesidades de las tres repúblicas bálticas, en el que trabaja desde junio. Estaba previsto entregar el informe al presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, la próxima semana. Pero el vertiginoso ritmo de los acontecimientos y el reconocimiento internacional de la independencia de estas repúblicas ha forzado a los funcionarlos de Bruselas a improvisar un borrador provisional del informe, cuyos rasgos fundamentales fueron ya examinados ayer por los ministros de Asuntos Exteriores de la CE.La ayuda comunitaria para Estonia, Letonia y Lituanla será canalizada a través del G24, la organización creada para el conjunto de los países ex-comunistas europeos. Sin embargo, las tres repúblicas recién nacidas presentan una situación mucho más compleja que países como Checoslovaquia, Hungría o incluso Rumania.

El problema fundamental es que carecen incluso de lo básico: una moneda propia y unas reservas mínimas, organismos de gestión macroeconómica e incluso algún tipo de conocimiento estadístico sobre su propia actividad económica y su situación real. Además, pese a ser englobadas bajo la denominación común de las "bálticas", las coincidencias terminan en el nombre.

Dependencia

Otro problema detectado por los técnicos comunitarios es el tipo de actividad económica de las tres repúblicas. Coinciden, ahí sí, las tres, en su dedicación al comercio (que representa en promedio un 60% de su Producto Interior Bruto), basado casi totalmente en la exportación e importación de productos con origen o destino en otras repúblicas de la Unión Soviética. Su escasa industria manufacturera depende totalmente de las materias primas y de los recursos energéticos procedentes de la URSS, por lo que se encuentra al borde del colapso. El borrador del informe de la CE señala que, en su actual situación, las industrias bálticas no pueden permitirse la compra de materias primas y energía, en el mercado internacional, o incluso en la URSS, a precios de mercado libre.Las medidas que propone el informe comunitario giran en torno a las siguientes líneas: inmediata inyección de fondos para evitar el colapso económico; creación de un fondo de estabilización que permita la emisión de moneda propia con un mínimo de estabilidad; vinculación de las tres repúblicas a la CE como miembros asociados (de forma similar a como se pretende hacer con Polonia, Hungría y Checoslovaquia) y respaldo a su muy probable petición oficial de entrada en el FMI y el Banco Mundial.

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