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LA REVOLUCIÓN DE AGOSTO

Gorbachov se resigna a la partición de la URSS y anuncia elecciones inmediatas

Pilar Bonet

Mijaíl Gorbachov se ha resignado a la partición de la URSS y a que las repúblicas que lo deseen (ocho hasta ahora) puedan obtener su independencia y abandonar la Unión. El presidente soviético demostraba así que al fin ha sacado conclusiones del fracasado golpe de Estado. Ante el Sóviet Supremo de la URSS hizo su primera exposición de las medidas a adoptar en un próximo futuro: la urgente celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias, la eliminación de todos los obstáculos para una transición rápida a la economía de mercado y la reestructuración del Comité de Seguridad del Estado (KGB).

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Aceptó, además, su propia responsabilidad por no haber sabido responder con la dureza necesaria a las claras señales de que se estaba preparando un asalto golpista a la perestroika. Gorbachov, cuyo poder e imagen política han sido fuertemente quebrantados por la intentona golpista, se dirigió durante algo más de media hora al Parlamento.El presidente soviético insistió en la urgencia de acelerar el proceso para ratificar el Tratado de la Unión. "Los golpistas querían impedir su Firma, era su objetivo primordial", precisó. Agregó que una vez suscrito se abrirá de inmediato un proceso electoral en todos los órganos de poder de la URSS. La sesión se, había abierto con una convocatoria extraordinaria del Sóviet Supremo para el próximo 2 de septiembre, fecha en la que, según varios diputados progresistas, se disolverá, el actual Parlamento y se convocarán elecciones.

El ambiente era de gran ebullición y, en los pasillos del Sóviet Supremo, unos y otros explicaban su actitud ante los sucesos que han cambiado la vida en la URSS, sus dudas (que en muchos casos hacían referencia al papel desempeñado por Gorbachov), sus justificaciones y temores y también sus esperanzas para el futuro.

Mientras, ascendía a tres el número de altos dirigentes que se han suicidado por su participación en el golpe de Estado. Ayer fue Nikolái Kruchina, jefe de Administración del Comité Central del prácticamente disuelto partido comunista (PCUS).

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Rusia se reserva el derecho a modificar sus fronteras

Viene de la primera páginaEn la sesión, afloró a la superficie el conflicto entre los partidarios de conservar las estructuras centrales soviéticas en un período de transición y mientras se desmonta totalmente el sistema vigente desde 1917 y los partidarios de desmontarlas ya sin dilación. En este delicado problema, los representantes de las repúblicas, incluido el presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbaíev, adoptaron esta última posición, mientras prestigiosos políticos rusos, como Anatoli Sobchak, el alcalde de Leningrado, se decantaban por la primera.Dos horas de discusión fueron precisas para aprobar el orden del día de la sesión de ayer, que debe valorar el papel de la dirección del Parlamento soviético en el golpe de Estado y que convocó ya ayer una sesión extraordinaria del Congreso de los Diputados para el próximo día 2 de septiembre.Tanto las investigaciones periodísticas como los testigos de uno u otro aspecto de los hechos de la semana pasada dibujan un escenario donde se plantean muchos interrogantes, entre ellos el papel mismo de Gorbachov y las visicitudes sufridas por el botón nuclear durante el confinamiento del presidente.El mecanismo de control nuclear de los arsenales más poderosos de la tierra estuvo -parcial o totalmente- en manos de los golpistas, según se deduce del testimonio de Anatoli Cherniaiev, el ayudante del presidente, quien, en un programa en la televisión soviética, dijo el domingo por la noche que a Gorbachov le había sido arrebatado "un gran aparato que es controlado solo por el presidente". "No sé si había un segundo código que conocía sólo Gorbachov", agregó Chermaiev.Nursultán Nazarbáiev, el presidente de Kazajstán, pidió ayer quie el control sobre el botón nuclear pase a ser ejercido por representantes de todas las repúblicas, pero el vicepresidente de Rusia, el recién nombrado general Alexandr Rutskoi, anunció por la tarde en una rueda de prensa que ya es está elaborando un proyecto que subordina las unidades de cohetes estratégicos de la URSS conjuntamente a Borís Yeltsin y a Mijaíl Gorbachov.Rutskoi anunció que la Guardia Nacional Rusa, en fase de creación, estará dividida en ocho regiones militares (que no coinciden con la división administrativa vigente en la república). Ruslán Jazbulatov, el presidente en funclones del Sóviet Supremo de Rusia, pidió ayer en el Sóviet Supremo que el presupuesto del Ministerio de Defensa de la URSS se reduzca en 50.000 millones de rublos. [Mientras, Iván Silaiev, presidente del comité provisional del Gobierno, y Gorbachov llegaba a un acuerdo para que los rrúnistros rusos de las áreas de economía asuman también los ministerios económicos soviéticos, informa Efe].Por su parte, la agencia Interfax aseguraba que el próximo ministro de Exteriores soviético volvería a ser Edvard Schevarnadze, si bien el propio ex ministro comentó: "Si la URSS ya no existe, ¿para qué va a tener un ministro de Exteriores?".Anatoli Lukiánov, el presidente del Sóviet Supremo de la URSS hasta su dimisión anteayer, sospechoso de participar en el golpe, estuvo ayer sentado en un banco de la sala y no dirigió la sesión. Lukiánov, que leía documentos y tomaba notas, permanecía impasible ante las acusaciones que contra él sonaban en la tribuna de oradores.Gorbachov reprochó al Sóviet Supremo no haber actuado con celeridad al hacerse públicos los comunicados de la junta golpista y dijo estar dispuesto a realizar consultas para cubrir la vacante de presidente del Sóviet Supremo. Gorbachov abandonó ayer el tono emocional y personal para concentrarse en propuestas prácticas y radicales. Pidió restablecer inmediatamente el proceso de firma del Tratado de la Unión, interrumpido por el Golpe, y comenzar acto seguido una campaña electoral de todos los órganos de la Unión, incluida la presidencia.Las repúblicas que no quieran firmar el Tratado de la Unión, dijo Gorbachov, deben tener el derecho a elegir libremente. Tras la firma del Tratado, hay que empezar conversaciones de trabajo con aquellos que quieren abandonar la URSS.Borís Yeltsin hizo después una declaración según la cual Rusia se reserva el derecho a cuestionar sus fronteras con cualquier república que se independice de la URSS. En espera de que se apruebe la nueva Constitución de la URSS, Gorbachov propuso introducir una cláusula que determine de forma precisa las actividades de los miembros del Sóviet Supremo en situaciones de crisis. Afirmó también que se debe establecer un control eficaz sobre las actividades de las Fuerzas Armadas y los órganos del orden público.El KGB, por su parte, será reorganizado y las tropas de este organismo serán transferidas al Ministerio de Defensa. Con vistas a las transformaciones en marcha, el nuevo presidente del KGB, Vadim Bakatin, se ha entrevistado con Oleg Kaluguin, el ex jefe de la contrainteligencia soviética, que en la pasada primavera denunció las actividades ilegales del KGB.Gorbachov abandonó del todo su política de concesiones y reformas graduales. Afirmó que la principal causa del golpe y del ataque a la democracia había sido "la indecisión y la inconsecuencia en la puesta en práctica de las reformas", y añadió que a partir de ahora no permitirá "ninguna indecisión o actitud expectante". "No habrá compromisos", dijo, "con quienes es intolerable buscar el acuerdo". La reforma de los órganos superiores del Estado, tal como la concibe Gorbachov, incrementará el papel de las repúblicas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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